Revista Opinión

Rajoy y su ala dura abandonan el PP pero se quedan con las siglas

Publicado el 29 enero 2014 por Vigilis @vigilis
En 2008 tiene lugar el XVI Congreso del PP en el que un sector de este partido logra una pequeña victoria en el contexto de formación del «PP pop». Tres años más tarde, en las elecciones generales de 2011, el Partido Popular logra sus mejores resultados a costa del desgaste de un PSOE que se negó a reconocer la crisis económica en un país donde los niños volvían a pasar hambre.

Rajoy y su ala dura abandonan el PP pero se quedan con las siglas

El sueño de Rajoy.

El caso es que una vez en el gobierno, el Partido Popular comienza un programa político sacado de la manga. Un programa tal vez oculto, tal vez motivado por las circunstancias (hay que decir que efectivamente el PSOE mintió acerca del déficit y si tienes un agujero de 30.000 millones con el que no contabas, todos tus esquemas se vienen abajo), pero injustificable para un partido que hizo campaña por la bajada del IVA y utilizó el lema "más empleo, menos impuestos". Los más cándidos pueden pensar que el contexto de crisis justificaba un giro copernicano en la política económica que hasta el momento defendía el PP. Incluso había motivos para pensar que en Génova/Moncloa cambiarían las tornas. Pongo un ejemplo: Feijoo en el 2009 hizo campaña contra los despilfarros del gobierno PSOE-BNG, ganó y empezó a aplicar medidas de cierta austeridad dos años antes que el resto del país.
Pero dejando al margen las vicisitudes de la economía, que por obtusas y opacas sólo consiguen a nivel de taberna alegatos mercantilistas y proteccionistas, es el tema del terrorismo —en el que todos pueden opinar— el que se percibe como aquel que el PP dejó de lado. Viendo la mayoría absoluta de este partido, viendo su dominio en casi todos los gobiernos autonómicos y contando con casi todas las alcaldías importantes, muchos simpatizantes del partido no son capaces de comprender cómo es posible que los corifeos de ETA regresen a las instituciones. Cómo sádicos torturadores como Bolinaga obtienen privilegios especiales y cómo, finalmente, el gobierno no da la cara en el Tribunal de Estrasburgo para frenar la anulación de la doctrina Parot en el caso de una etarra. Pues bien, este gobierno no sólo deja hacer todo esto sino que además coge la sentencia de Estrasburgo y le inyecta esteroides: todos los presos bajo la doctrina Parot deben salir a la calle. Velada amnistía a ETA —que incluye miembros de otras organizaciones terroristas y otros psicópatas sin afiliación— que viene en paralelo a esta presencia de los corifeos en las instituciones.

Rajoy y su ala dura abandonan el PP pero se quedan con las siglas

¿Alguien se ha parado a analizar la expresión de Aznar cada vez que está al lado de Rajoy...?

Rajoy y su ala dura abandonan el PP pero se quedan con las siglas

... lo digo en serio.

Si durante el gobierno de Aznar se aprobó una Ley de Partidos que impedía a los portavoces de los torturadores aprovecharse de las instituciones, durante el gobierno de Rajoy vemos cómo esa defensa del Estado de Derecho desaparece. Y ahora nos tratan de convencer que un sector "crítico" o un "ala dura" se escinde del PP. Viendo a cada uno desde el Congreso de Valencia del 2008, diría que es la cúpula del PP la que se ha movido, siendo estos supuestos "escindidos" los que no se movieron ni un ápice. Dicho de otro modo: es Rajoy y los suyos los que se escinden del PP.

Rajoy y su ala dura abandonan el PP pero se quedan con las siglas

La nueva normalidad democrática: Herri Batasuna otra vez en el Congreso.

Con este panorama, algunos que no se movieron de unas posiciones que encontraban acomodo en el Partido Popular, fundan otro partido. Y esto clarifica la situación. Así los beneficiados del PP del último año ya pueden actuar con libertad, sin caretas ni poses. Así vemos cómo Oyarzábal contraprograma el homenaje a Gregorio Ordóñez, Borja Sémper acusa a San Gil diciendo que llegará a decir que el PP es cómplice de ETA, etc. Mientras que paralelamente son los estómagos agradecidos del PP quienes llaman asesinos a quienes no se han movido ni un ápice y los corifeos de ETA quienes se solidarizan con este PP que sin dejar el partido, le ha dado la vuelta como un calcetín y lo ha dejado irreconocible.
Y digo yo: si tú criticas a quienes han defendido siempre al Estado de Derecho, han apoyado a las víctimas del terrorismo y se sienten cómodos con la política antiterrorista de Aznar. Si tú comparas con asesinos a quienes apoyan eso y encima recibes la solidaridad del brazo político de los torturadores... ¿quién es el extremista aquí? ¿Quién es el que se ha escindido? ¿Quién es el ala dura? ¿Quién es el ultra? ¿Quienes quieren ver a los torturadores y asesinos en la cárcel o quienes reciben elogios de ETA y critican a las víctimas del terrorismo?
Cualquier persona mentalmente equilibrada sabe que es del "ala dura" quien trabaja por la rehabilitación y lavado de cara de ETA. No puede ser "ala dura" quien quiere que el crimen no compense.

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