El “ras el hanout” es una mezcla de especias típica de la cocina marroquí y de otros países del norte de África. Parece que en árabe significa “lo mejor de la tienda”, nombre que recibe porque se elabora con los mejores productos que se pueden encontrar en los puestos de especias de los zocos. No existe una única receta y cada comerciante, incluso cada casa, tiene su versión de este versátil condimento. La diferencia entre recetas no sólo estriba en la proporción de especias, sino en la elección de estas.
Podemos decir que el ras el hanout típico lleva jengibre, canela, semillas de cilantro, nuez moscada, clavo, pimienta y cúrcuma para darle color, todo ello perfectamente molido en un mortero. A partir de aquí se puede añadir comino, guindilla seca, fenogreco, cardamomo … lo importante es que el resultado sea aromático y equilibrado para poder usarlo en todo tipo de platos. Porque esta mezcla tiene que ser un auténtico todo-terreno de forma que pueda usarse en guisos, como adobo para carnes a la brasa, como condimento para un arroz o un cous cous, e incluso como pasta para untar en pan mezclado con aceite tomado como aperitivo. Esa es la versatilidad del ras el hanout.