Desde la década de 1950, Filadelfia, ciudad que desempeñó un papel importante en la guerra de la Independencia estadounidense, viene restaurando y reorganizando gran parte de su rico patrimonio arquitectónico. Hoy es una de las ciudades más desarrolladas de Estados Unidos y cuenta con numerosos rascacielos: los dos edificios más altos que aparecen en la fotografía alcanzan los 288 m