El minúsculo ordenador solo cuesta 35 dólares y tiene un 50% más de potencia que los modelos anteriores, con los que es compatible.
La Fundación Raspberry Pi, dedicada a difundir la informática, nació hace cuatro años. Justo entonces lanzó su primera placa, un pequeño y modesto ordenador que invitaba a aprender a programarlo a sus dueños. Desde entonces ya han vendido más de ocho millones de unidades y se ha convertido en objeto de culto entre los amantes de los aparatos, la programación y también la comunidad educativa. La segunda edición, Raspberry Pi 2 vendió tres millones. Esta versión tuvo el privilegio de llegar a la Estación Espacial Internacional. Fue la que estrenó el programa educativo PiAcademy. En sus comienzos compitió con Arduino, con una filosofía similar.
Raspberry Pi 3 va un paso más allá. Recién anunciada cuesta 35 dólares, igual que el modelo anterior, pero cuenta con unas mejoras notables. Funciona con un procesador de cuatro núcleos de 64 bits a 1,2 GHz, conexión wifi y bluetooth. Además, es compatible con los modelos anteriores pero con un salto en potencia del 50%. La capacidad gráfica, en cambio, se mantiene en el mismo punto, así como un giga de memoria RAM. Eben Upton, su fundador, justifica este estancamiento para asegurar la compatibilidad con los modelos previos. Todo en una superficie similar a la de una tarjeta de crédito y con almacenamiento a través de tarjetas SD, las mismas que se usan en las cámaras de fotos. Carece de teclado o monitor, pero se pueden añadir a través de los puertos creados al efecto. Cuanta también con puerto USB.
Aunque inicialmente fueron objeto de mofa, dado que servían para programar las luces de la decoración navideña o secuencias con acciones muy sencillas, la evolución de los precios y de los propios seguidores, lo ha convertido en un complemento interesante para manejar objetos en el hogar o aprender sobre robótica.
La organización deja claro que no significa que dejen de lado los modelos anteriores, que los seguirán fabricando mientras haya demanda a un precio de 25 dólares la primera versión y 35, la segunda.
Raspberry Pi funciona con Raspbian, su propio sistema operativo, basado en Linux, y compatible con este último software como Ubuntu. Incluso es capaz de operar con una versión menor de Windows 10, la pensada para el Internet de las Cosas.