Hoy 28 de marzo de 2015, Ángel Santiesteban-Prats cumple 25 meses encarcelado por delitos que jamás cometió y que, precisamente por no haberlos cometido, no pueden ser demostrados. Además de que las pruebas de su inocencia sobran, en julio de 2014 su propio hijo declaró a medios internacionales que fue obligado a mentir para perjudicar a su padre.
Encarcelar a una persona solo porque se atreve a pensar en voz alta y a enfrentar con dignidad a la dictadura que somete a su país desde hace casi 60 años, es la mejor prueba del verdadero rostro dictatorial de la dinastía Castro, una realidad que ahora Estados Unidos, la Unión Europea y otras instituciones internacionales ignoran vergonzosamente, poniendo en un último plano en las actuales negociaciones el tema de la violación de los derechos humanos en Cuba.
El régimen de La Habana sabe perfectamente que todo el “delito” que Ángel Santiesteban-Prats cometió (y comete, porque ni en la prisión lograron doblegarlo) es no arrodillarse al poder y dejarse comprar con dádivas y viajes. Pero la perversidad totalitaria no se satisfizo con encarcelarlo sino que lo hizo fabricándole un caso de violencia doméstica para desprestigiarlo y convertirlo en un preso “común”, al que sin embargo desde los primeros días de encierro le han ofrecido una y otra vez la libertad si renuncia a su postura política; incluso le han ofrecido la libertad si acepta salir al destierro. No solo buscaron silenciarlo; aún peor, pretendieron destruir su carrera literaria y su reputación. Pero ya saben que no lo han conseguido.
Precisamente gracias a todo este proceso kafkiano, lo han relanzado y proyectado internacionalmente, ya no solo como intelectual y escritor galardonado, sino también como luchador por los derechos humanos. En lo que lleva de presidio, ha publicado libros, ha ganado premios, ha sido reconocido y homenajeado por las más prestigiosas organizaciones intelectuales del mundo.
Imagino la furia y la impotencia de quienes trazaron este macabro plan contra Ángel, al comprobar día a día su rotundo fracaso… Ángel no solo no aceptó ninguna de las “gentiles” ofertas; jamás tampoco les reclamó su libertad. Se limitó a pedir justicia a través de la revisión de su juicio, pero exigiendo que tuvieran la decencia de repetirlo esta vez con todas las garantías que fueron violadas en el juicio anterior.
Hoy, 28 de marzo, cumple 25 meses de injusta prisión. Pero también comienza la cuenta regresiva hasta llegar al 28 de abril, fecha en que, si la dictadura decide aplicar lo que establecen sus propias leyes, debería ser puesto en libertad condicional, una mezquina “justicia” entre tanta injusticia cometida contra Ángel Santiesteban-Prats.
Todos nos preguntamos: ¿revisarán el caso en lo que queda hasta llegar al día que cumple la mitad de la condena? ¿Demostrarán que lo que hemos denunciado acerca de la nueva trampa que le habrían tendido, de aprobar la solicitud de revisión para que –teniendo una causa con la justicia- no pueda acceder a ese beneficio? ¿Le otorgarán la libertad condicional para tenerlo durante dos años más preso dentro de la isla, sin posibilidades de viajar al exterior, y expuesto a todo tipo de riesgos para su vida e integridad, como tantas veces le advirtieron sus carceleros, numerosos oficiales de la Seguridad del Estado, y especialmente el agente Camilo, quien lo amenazó con un arma en la cabeza minutos antes de anticiparle cuál sería su condena, el mismo esbirro que lo persiguió días después por la ciudad desde el coche haciéndole señales amenazantes?
Lo cierto es que Ángel no deja de recibir todo tipo de reconocimientos a lo largo del mundo. Su voz suena más viva y alta que nunca, mal que le pese a la dictadura. Y la mirada de ese mundo libre está puesta también sobre el régimen de los Castro, que pretende acudir a la Cumbre de Panamá a teatralizar como siempre sobre el “paraíso” que han creado con la Revolución, teatro que ya nadie se cree.
Como tantas veces he advertido, los ojos del mundo, de la cultura y de los derechos humanos están sobre Ángel, esperan atentos que la dictadura enmiende la terrible injusticia cometida contra él (revisión del juicio mediante), y en caso de que ello no ocurra, pues han demostrado una clara intención de mantenerlo encerrado, las voces se multiplicarán y amplificarán para seguir denunciando el gran fraude que montó la dictadura ante los ojos del planeta, para exigir la firma de los Pactos de la ONU, el respeto de los derechos humanos, la liberación de TODOS los presos políticos y la democracia plena para la isla.
Así que, señor Raúl Castro, la vida y la integridad de Ángel fueron y siguen siendo exclusiva responsabilidad suya. Pero ahora la pelota está en su campo: de usted depende demostrar que cumplirá los acuerdos con el presidente Barack Obama, que respetará los acuerdos que concrete en los próximos meses con la UE y todos los que salgan de las reuniones que concrete en Panamá. La Cumbre de las Américas en Panamá es una excelente vidriera para que, de una vez por todas, demuestre al mundo que tiene intenciones reales de democratizar la isla y devolver a sus ciudadanos todos sus derechos, empezando por Ángel Santiesteban-Prats y TODOS los presos políticos que siguen en sus putrefactas jaulas.
Aquí seguiremos denunciando TODO.
La Editora