Revista Cocina
¡Hola!Hoy toca receta para el Reto Alfabeto Dulce que organiza Ana del blog Cook the Cake en el que cada mes elaboramos recetas con un ingrediente elegido según una letra del abecedario y así nos ha tocado utilizar hierbabuena. Debo confesar que en un principio largué rayos y centellas por los ojos, por la boca y hasta por las orejas ja, ja, ja...pero poco a poco fui aclarando mis ideas, entonces, como muchas veces, se hizo la luz. Estos ravioles fritos son sencillos, deliciosos y resultones.
Adoro hacer pasta casera casi tanto como hacer pan y cada dos por tres disfrutamos en casa de un buen plato de pasta fresca, pero nunca había comido ravioles fritos así que aproveché para debutar con una receta sorprendente por la combinación de sabores.
Ingredientes para el relleno:
200 gr. de requesón (ricotta)ralladura de 1/2 limón2 cucharadas de miel5 hojas de hierbabuena1 cucharadita de pan rallado
Colocamos en un bol el requesón, la ralladura de limón, la miel y las hojas de hierbabuena trituradas, mezclamos bien y añadimos el pan rallado para que absorva el suero que suelta el requesón. Reservamos.
Ingredientes para la masa:
250 gr. de harina común1 cucharada de azúcar1 cucharada de aceite250 gr. de agua hirviendo
1 huevo batido y pan rallado para rebozarMiel para decorar
Colocamos en un bol la harina con el azúcar, mezclamos bien y agregamos el aceite (utilicé de girasol). Agregamos el agua hirviendo y mezclamos con una espátula hasta que podamos amasarla (cuidado que está caliente) y amasamos hasta obtener una masa que no se pega a los dedos.
Colocamos la masa en la encimera (mesada) enharinada y estiramos con rodillo dándole forma rectangular y dejándola de 3 mm. de espesor aproximadamente. Dividimos la masa en dos, pero sin cortarla y sobre una mitad colocamos montoncitos de relleno. Cubrimos con la otra mitad de la masa, presionamos bien y cortamos con un cortapasta o con un cuchillo formando cuadrados.
Pasamos por huevo batido y por pan rallado cada raviol y freimos en aceite bien caliente. Escurrimos sobre papel de cocina para quitar el exceso de aceite.
Decoramos con miel y disfrutamos...
Quedan deliciosos, crujientes, con un relleno sorprendente.
¡Hasta la próxima!¡Sean felices!