Revista Ciencia
Contemplar las razas y más aún las razas humanas, pareciera a simple vista una cuestión simple, estando solamente la presencia de color de piel. Todo ello, para justificar el hecho de las diferencias raciales entre los humanos. No obstante, durante la época cuando la eugénica estaba a boga de naciones como Estados Unidos, se hacia intentos para corroborar datos de la existencia de una raza superior, siendo el color de la piel y el tamaño del cráneo determinantes para analizar no solo la inteligencia del humana sino el estrato social.
Bajo este contexto, un autor que critica de manera veraz el asunto de las razas humanas. Ya, en entradas anteriores mencione ciertas cosas expresadas en uno de sus libros; ¿Quiénes somos? Historia de la diversidad humana. Ahora bien, vuelvo a retomar el libro para decir otros aspectos de relevancia y discusión, como lo es el tema de Razas humanas. Luca y Francesco Cavalli-Sforza, refieren algunas dificultades para considerar la existencia o prevalencia de las razas, y así como Gould, parece más un problema para justificar la esclavitud y la supremacía racial.
Los autores destacan unas series de consideraciones validas, a saber:
No existe una constancia que satisfaga adecuadamente la definición corriente de raza.
Las clasificaciones raciales varían de 3 a 60 razas.
Todas las clasificaciones son iguales de arbitrarias.
Existen gradaciones, una gradual constante debido a las continuas migraciones dentro y fuera de las fronteras de los países, dando como resultado una variedad de rasgos muy difícil de catalogar como unas pocas y miles de razas.
El término de raza es muy vago.
La homogeneidad de caracteres visibles, solo determina la presión selectiva en función del clima para una población.
Los polimorfismos, es decir la variedad genética que siempre esta presente en las comunidades biológicas o en las poblaciones humanas, eliminan por completo el afán de la pureza de la raza que tanto mencionan los racistas o discriminadores de color de piel humana.
Comúnmente se comete la falacia o error de no separar biología de cultura.
Sin criterio correctamente científico sino más de xenofobia es como trabajan los racistas.