Revista Jurídico

Razones para tener un seguro de vida

Por Xalfox @xalfox

Es la principal preocupación de cualquier cabeza de familia responsable: ¿en qué situación económica quedarían los míos si me sucediera algo? Además, en muchos casos, la familia todavía está haciendo frente al pago de una hipoteca o de algún préstamo. Así que, ¿quién asegura que la pareja podrá hacerse cargo, ella sola, de todos esos gastos?. Pocas personas disponen del capital suficiente para hacerse cargo por sí mismas de todos los gastos que conlleva una familia. De modo que lo más precavido es contar con un seguro que proteja de cualquier riesgo económico si uno de los cabeza de familia, y los ingresos que éste aporta, faltaran. Llegar a esta conclusión es sencillo. Lo complicado es acertar con el seguro de vida que más conviene. Elegir bien o mal un seguro de vida puede suponer pagar más del doble por una cobertura similar. Para ir sobre seguro hay tres cuestiones que se deben estudiar con atención: el tiempo durante el que se necesita estar asegurado, por cuánto dinero y qué compañía tiene las mejores ofertas. ¿Cuánto y cuándo? Un seguro de vida no ha de ser necesariamente un seguro de por vida. Hay que tratar de predecir hasta cuándo nuestra familia necesitaría ese ingreso que aportaría el seguro para no pasar apuros. Es un cálculo que depende de cada caso. La preocupación de la mayoría de los padres llega hasta el momento en que los hijos terminan sus estudios y pueden buscar un trabajo. A partir de ahí, los gastos disminuirán y el superviviente podrá cubrirlos con sus ingresos y la pensión de viudedad, junto con los posibles ahorros. Para echar la cuenta hay que partir de la edad que tienen los hijos en el momento de asegurarse. En principio, se puede suponer que cuando hallan cumplido los 25 años ya habrán dejado de estudiar y estarán en condiciones de buscarse sus ingresos propios, por lo que ya no necesitarán el dinero del seguro. Así que esa es la primera cuenta que hay que hacer: cuántos años faltan para que los hijos puedan valerse por sí solos. ¿Por cuánto dinero? Para averiguar qué capital se debe asegurar es imprescindible saber qué gastos y qué ingresos tendrá la familia tras el fallecimiento de uno de los progenitores. Los gastos se pueden averiguar viendo cuánto ha sido capaz de ahorrar en el último año. Pero no se quede sólo con ese dato, cuando los chicos vayan a la Universidad los gastos se incrementarán. Aún a riesgo de parecer todavía más agorero, lo más previsor es prepararse por si quien fallece es el cónyuge que más ingresos aporta. Un ejemplo. Imaginemos un matrimonio con dos hijos de menos de diez años. Anualmente él gana cuatro millones y ella tres, de los que gastan seis. Si el marido falleciese a la familia le quedarían los ingresos de la mujer, por lo que para llegar a los seis que gastan les faltarían tres. Cuando, dentro de ocho o diez años, los chavales comiencen a estudiar los gastos se incrementarán hasta alcanzar los siete millones. Es decir, la viuda necesitará un millón más para cubrirlo todo. El capital Para saber qué capital hay que asegurar lo mejor es recurrir a la sección de consultas de la Dirección General de Seguros. Allí podrán proporcionarle una tabla de valores en la que, con información sobre estimaciones de los gastos y los ingresos actuales del asegurado, podrá saber cuánto ha de asegurar. A este capital hay que restarle los ingresos del otro miembro de la pareja, si es que trabaja, y las pensiones de viudedad y orfandad. También se puede pensar en que el superviviente invierta la indemnización de viudedad, por ejemplo, en algún tipo de fondo.


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revista