En verano se bebe mucho, algo muy necesario porque hay que mantenerse hidratado, pero eso no significa que se beba bien.
En Estados Unidos más del 20% de la obesidad existente se achaca al consumo indiscriminado de refrescos de todo tipo, azucarados o edulcorados. Y ya sabemos, todo llega del otro lado del charco y por supuesto este hábito también. Los “sodas” -como lo llaman allí- pueden aliviar momentáneamente la sed por su frescura, burbujas, etc. pero no consiguen una buena hidratación.
Algún refresco que otro no nos puede hacer mal pero de forma ocasional, ya que la mayoría contienen demasiado azúcar refinada, sodio y otros conservantes químicos que lo que consiguen es el efecto contrario: deshidratar.
Recordemos que el cuerpo humano se compone de un alto porcentaje de agua y lo necesita para mantener sus funciones vitales más que el comer. Por ello aprovecho esta ocasión para ofrecer estas 7 poderosas razones para beber más agua:
- Purifica tu cuerpo. El agua sirve para eliminar toxinas y productos de desecho del cuerpo que de otro modo se acumularían dando lugar a exceso de radicales libres y oxidación celular, deficiencias de las células y tumores, etc.
- Mantiene tu piel sana. Si no estás acostumbrado a beber agua, comienza a hacerlo y en una semana comprobarás como el brillo y textura de tu piel mejoran.
- Ayuda a perder peso. El agua es una de las mejores herramientas para ayudar a perder peso. Llena el estómago y engaña a los sensores del cerebro como si acabáramos de ingerir comida. El error es que normalmente no tenemos ese hábito y sí estamos enganchados al café, los refrescos, la leche, el alcohol, etc. En cambio se nos ocurre menos tomar agua, limonadas, tes fríos, zumos naturales, etc.(también aportan mucha agua).
- Aporta energía. Estar deshidratado puede minar nuestra energía y hacer que nos sintamos cansados. Incluso si se trata de una leve deshidratación de tan sólo el 1-2% del peso corporal. Piensa en el típico descanso del trabajador que en lugar de beber agua se hincha a cafés y refrescos de las máquinas expendedoras cuando necesitaría beber/comer algo. Fatiga, debilidad muscular, mareos, pueden ser signos de deshidratación.
- Mantiene un corazón sano. Beber una buena cantidad de agua podría reducir el riesgo de un ataque al corazón. Un estudio de seis años publicado en el American Journal of Epidemiology encontró que las personas que beben más de 5 vasos de agua al día fueron un 41% menos propensos de morir de un ataque al corazón durante el período de estudio que aquellos que tomaron menos de dos vasos.
- Resuelve problemas digestivos. Nuestro sistema digestivo necesita una buena cantidad de agua para digerir los alimentos correctamente. A menudo, el agua puede ayudar a curar problemas de acidez de estómago, incluso empacho y el agua junto con la fibra puede curar el estreñimiento (que muy a menudo es consecuencia de la deshidratación).
- Mejora el ejercicio. Estar deshidratado puede obstaculizar o disminuir el rendimiento deportivo. El ejercicio requiere agua adicional, así que asegúrate de hidratarte antes, durante y después del ejercicio.
Y ¿Cuánta cantidad?
Esta cuestión es discutible, pero lo que es cierto es que se ha desterrado la antigua recomendación de beber 2 litros al día, por varias razones, la cantidad incluye todo el consumo de agua de la dieta diaria, y no se ajusta al peso de todas las personas. También varía si una persona esta sana o enferma.
Tampoco es bueno para sólo beber cuando tienes sed ya que puedes estar deshidratado cuando lo hagas. Lo mejor es crear una rutina: tomar un vaso al levantarse, un vaso en cada comida, un vaso entre las comidas, y asegúrese de beber antes, durante y después del ejercicio.
Si te cuesta crear el hábito, estate atent@ a como hacerlo, ya que daré algunas pautas mas adelante en el blog.
A disfrutar del sol sin olvidar hidratarse!