Revista Remedios

Reacciones febriles

Por Gabriel Giner @esaludcom

Se conocen como reacciones febriles a aquellas pruebas que se utilizan con el principal objetivo de diagnosticar determinadas enfermedades como: fiebre tifoidea, brucelosis, rickettsiosis…  Así, los médicos hacen uso de los antígenos febriles para detectar anticuerpos en el suero de los pacientes contra agentes infecciosos que hayan invadido el organismo.

Así, el valor de los anticuerpos dependen en gran medida tanto del tipo como del curso de la propia enfermedad. Para que los resultados obtenidos realmente tengan valor, se deben tomar dos muestras separadas por un periodo de cuatro semanas; de este modo ambas pueden ser compararadas.

Tipos de reacciones febriles

Tipos de reacciones febriles

Entre las reacciones febriles se incluyen las siguientes

  • Tifico O y  H: fiebre tifoidea
  • Brucella abortus: Brucelosis
  • Proteus OX 19: Rickettsiosis
  • Paratifico a y b: Paratifoidea

Fiebre tifoidea (Tifico O y tifico H)

La fiebre tifoidea es una enfermedad infecciosa relativamente frecuente en determinadas zonas del mundo, cuyo principal síntoma es el aumento de la temperatura corporal.

Los indicios que caracterizan a este trastorno son los siguientes, los cuales se repiten en prácticamente el 100% de los pacientes: sudoración gastroentiritis, diarrea… En ocasiones también se presenta un pequeño sarpullido de manchas rosadas.

Durante la primera semana tras el contagio, los pacientes sufren temperatura corporal alta, así como malestar general; el dolor de cabeza y la tos también son síntomas frecuentes. A medida que la fiebre tifoidea avanza, la fiebre puede alcanzar los 40ºC; además se dan otros indicios como dificultad para respirar, puntos rojos en el abdomen, diarrea e inflamación del bazo e hígado.

Si la enfermedad no se diagnostica y trata a tiempo, las complicaciones pueden ser de carácter grave, incluso potencialmente mortales en algunos casos: hemorragias internas, perforación intestinal, encefalitis, endocarditis, fallo renal… Pueden tener lugar en diversos órganos del organismo.

Reacción de Widal

Se conoce como reacción de Widal a un proceso de tipo serológico que se utiliza para diagnosticar fiebre tifoidea, así como entérica y ondulante. La reacción se encarga de medir el valor del suero contra un conjunto de microorganismos conocidos.

Se trata e un test que se basa en el principio de aglutinación antígeno-anticuerpo. En él se determina la presencia de anticuerpos en el organismo contra el antígeno O Y H. De este modo se diagnostica la fiebre tifoidea. No obstante, es importante evaluar los resultados de manera adecuada en función de la situación clínica e cada paciente. En términos generales, se consideran valores anti-O y anti-H mayores de 1:160-200 y mayores de 1:50-100 en zonas endémicas y no endémicas, respectivamente.

Un diagnóstico de fiebre tifoidea se da cuando los valores iniciales se multiplican por cuatro entre una y cuatro semanas. No obstante, no es posible esperar ese tiempo hasta establecer un tratamiento adecuado, por lo que la prueba se considera una entidad con valores aislados determinados.

En ocasiones la reacción de Widal ha lugar a falsos positivos en procesos no infecciosos, como trastornos autoinmunes y hepatopatías crónicas. Del mismo modo se pueden presentar falsos negativos debido a la medición temprana de anticuerpos, pacientes con inmunodeficiencias o utilización de corticosteorides.

Brucelosis (Brucella abortus)

La brucelosis, también conocida como fiebre de Malta, es una enfermedad que transmiten los animales a las personas y está causada por bacterias del género Brucella. En la gran mayoría de ocasiones, los pacientes se contagian por el consumo de alimentos contaminados, así como por mantener un contacto directo con animales de ganado. Aunque la enfermedad se puede dar en cualquier zona del mundo, es especialmente frecuente en determinadas zonas del sureste asiático, África y América.

Los pacientes con brucelosis presentan fiebre alta e intermitente durante la primera fase de la enfermedad; los picos de temperatura corporal elevada se dan sobre todo en la tarde-noche y llegan acompañados de otros indicios como cefalea, cansancio y agrandamiento de los ganglios linfáticos.

A medida que la enfermedad avanza sin establecer el tratamiento adecuado, pueden surgir diversas complicaciones que afectan a diversas zonas del cuerpo como el hígado, el cerebro, la sangre, o el aparato respiratorio.

Diagnóstico

El diagnóstico de la brucelosis se lleva a cabo mediante el aislamiento de los microorganismos a partir de cultivos de tejidos como sangre. Así, los procesos serológicos como las reacciones febriles únicamente aportan un diagnóstico hipotético.

El método serológico más común para el diagnóstico de este trastorno es la reacción de Huddleson. Se trata de una reacción de aglutación rápida en la que se confrontan cantidades decrecientes del suero fruto de la investigación con cantidades persistentes de antígeno. De este modo los investigadores pueden observar con precisión si exoste o no aglutinación.Se hace iuso de una suspensión Antígenos de B. abortus con entre un 3 y un 10 por ciento de gérmenes en fenol con el principal obetivo de localizar anticuerpos.

Es importante a la hora de interpretar los resultados tomar en consideración los aspectos clínicos relativos a los propios pacientes. Por supuesto, del mismo modo que ocurre con cualquier tipo de prueba del ámbito clínico, existen los falsos positivos y negativos.

Rickettsiosis (Proteus 0X-19)

Rickettsiosis

La rickettsiosis es una enfermedad de carácter bacteriano que es transmitida a los humanos por determinados animales como pulgadas, garrapatas y piojos. Son parásistos intracelulares que muestran una alta sensibilidad y, además, no es habitual que sobrevivan fuera del huésped, excepto la Coxiella Burnetii, la cual transmite la fiebre Q, que tiene una gran resistencia tanto al calor como a la luz del sol.

Este trastorno se puede dividir en u total de tres categorías. Por un lado, lo que se conoce como tifus, de tipo epidémico, y que es transmitido por piojos y pulgadas. Por otro lado, la fiebre manchada, en la cual se implican más de treinta especies diferentes, siendo las más frecuentes los ácaros y las pulgadas. Y, por último, tifus scrub, transmitido por ácaros.

El periodo de incubación de esta enfermedad oscila entre una y dos semanas. Los síntomas que se presentan en la gran mayoría de pacientes son los siguientes: fiebre, cefalia, erupciones cutáneas, dolor abdominal, tos y dificultad para respirar. Es importante que ante la sospecha de rickettsiosis, se acuda al médico para solicitar asistencia.

Diagnóstico

A la hora de establecer un diagnóstico clínico, es muy importante considerar el contexto contagioso de los pacientes: si han viajado o no a zonas endémicas de forma reciente, en qué medio profesional trabajan, si han tenido o no contacto con animales…

Pruebas de reacciones febriles

Este tipo de pruebas consisten en un análisis sanguíneo; se trata de un procedimiento clínico relativamente habitual, en el que se extrae sangre pinchando una determinada vena, generalmente del brazo del paciente. Una prueba realizada por profesionales médicos, quienes hacen uso de materiales nuevos y estériles para llevarla a cabo.

Una vez recolectada la muestra, es enviada al laboratorio para que los analistas detectan la presencia de anticuerpos en la misma. Estos anticuerpos determinan que el organismo ha mantenido algún tipo de contacto con diferentes tipos de microorganismos. El valor del anticuerpo depende en gran medida de dos tipos de factores: el tipo y la fase de la enfermedad.

Para que los resultados de las pruebas fiables sean determinantes en el diagnóstico, se deben tomar dos muestras separadas por un periodo de cuatro semanas.

Preparación para la prueba

Hay una serie de tips a valorar en lo relaracionado con la preparación para un análisis de sangre.

  • El paciente debe acudir en ayunas a la prueba para evitar el incremento de síntesis metabólica.
  • Las horas previas al análisis resulta conveniente evitar cuaqluier tipo de situación que genere estrés y nerviosismo.
  • También es importante evitar llevar a cabo cualquier tipo de activida física antes de la toma de muestra de sangre.
  • El tabaco tampoco resulta recomendable antes de realizar el examen.

¿Son fiables las reacciones febriles?

¿Son fiables las reacciones febriles?

Esta es una de las cuestiones más habituales, tanto entre el personal médico como entre los usuarios. Actualmente, son una de las pruebas de laboratorio más solicitadas para diagnosticar determinadas enfermedades en las que la fiebre es un síntoma principal.

Pues bien, lo cierto es que a día de hoy son unas pruebas que se encuentran cada vez más en desuso, sobre todo en países desarrollados. En países en vías de desarrollo y subdesarrollados se siguen utilizando ampliamente debido a que son pruebas diagnósticas rápidas y baratas.

Las reacciones febriles son pruebas relativamente poco confiables debido a su baja sensibilidad y especificidad; tal y como hemos señalado, en ocasiones aportando tanto falsos positivos como falsos negativos.

Otra de las grandes desventajas que presentan las reacciones febriles es que los valores deben ser comparados con cuatro semanas de diferencia. Así, en la gran mayoría de ocasiones no se puede esperar tal cantidad de tiempo para confirmar el diagnóstico y establecer un tratamiento adecuado para el mismo. Y es que, muchas de las enfermedades detectadas por este tipo de pruebas clínicas pueden dar lugar a complicaciones de gravedad.

Conclusión

En definitiva, las reacciones febriles son pruebas de diagnóstico que están cayendo cada vez más en desuso ya que actualmente existen otras más confiables y que permiten realizar diagnósticos definitivos. En ocasiones, un uso inadecuado de este tipo de procedimientos, así como una incorrecta interpretación de los resultados, puede dar lugar al establecimiento de un tratamiendo inadecuado.


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