Ready player one (Steven Spielberg, 2018. EEUU)

Ready player one (Steven Spielberg, 2018. EEUU): vacía y escapista (su tema le viene como anillo al dedo) aunque, en otros aspectos tales como el de la banda sonora totalmente anacrónica a la par que excelente, moderadamente acertada visión de la realidad virtual, una tecnología actualmente todavía en desarrollo pero ya implantada de manera bastante aceptable en la, sobre todo, industria del videojuego, lo que puede verse como un homenaje, en forma de la ya mencionada música, a la época en la que los videojuegos comenzaron a ser parte importante del ocio de muchas personas. Acción sin parar y efectos a raudales en un estilo similar a lo logrado por James Gunn en la superior Guardianes de la Galaxia. Vol. 1, que chirría con la cátedra habitualmente sentada por Spielberg, donde los personajes están muy descuidados. Además, su duración resulta excesiva, llegando a aburrir y a resultar monótona. A su favor, la música (es una delicia esa apertura con Van Halen, por ejemplo, además de Tears for fears, New Order, etc) y los Easter eggs tanto cinematográficos (El resplandor, Gremlins, Regreso al futuro) como gamers (algún personaje de la saga Street fighter o la mismísima Lara Croft, además de Minecraft y un sinfín más, todo un desafío para el ojo del aficionado a esta forma de ocio). Sea uno/a gamer o no, Spielberg construye una película fácilmente olvidable, lo cual no deja de sorprender.