Realizando actividades agradables para mejorar el estado de ánimo i

Todos en algún momento de nuestra vida nos hemos encontrado bajos de estado de ánimo. Puede ser porque hayamos pasado una época difícil en nuestro trabajo, que hayamos tenido una ruptura sentimental, un duelo, o simplemente porque algunos pensamientos negativos estén aflorando más de la cuenta en nuestra cabeza.

En esos momentos, la apatía y la desgana se cierne sobre nosotros, no nos apetece hacer nada y lo que nos gustaba hacer ya no genera el mismo placer o interés que antes. Lo que a su vez hace que nos cueste más realizar esas actividades que antes hacíamos y que nos sintamos cada vez más aislados y distantes de los demás y de nosotros mismos.

No realizar actividades agradables cuando nos sentimos desanimados se convierte en un círculo vicioso ya que n estado de ánimo bajo afecta nuestro interés en hacer actividades; si tenemos menos interés quizá decidamos no realizarlas, al no hacerlo nos mantenemos en un estado de inactividad que aunque a corto plazo resulta ser beneficioso porque nos priva del esfuerzo de “hacer algo” pero que a largo plazo se convierte en la principal razón para mantenernos en la inercia y perpetuar el estado bajo estado de ánimo.

Podría decirse entonces que existe una relación causal y directa entre el número de actividades agradables que realizamos y la calidad de nuestro estado de ánimo y que esta relación es tan evidente como para notar los efectos día a día. 

Habitualmente, los días más felices de la semana, para la mayoría de las personas, son aquellos en que más actividades placenteras se realizan: los fines de semana. Normalmente, los sábados y los domingos se suelen dedicar a los deportes, a estar con los amigos, a leer, a ir al cine, a salir, a tener relaciones sexuales, y a un sinfín de actividades que provocan que el estado de ánimo sea alto. Este fenómeno es aún más visible durante las vacaciones.

Sin embargo, este esquema no es matemáticamente perfecto. Una persona puede estar teniendo un día muy agradablemente activo y sufrir un contratiempo. A pesar de haber realizado un buen número de actividades agradables, la aversión provocada por ese contratiempo podría restar el bienestar conseguido, bajando el estado de ánimo. Se podría decir que nuestro estado de ánimo es el resultado de una imaginaria balanza, donde se sopesa la cantidad y la calidad de eventos positivos y negativos. Si queremos subir el estado de ánimo, debemos, por tanto, incrementar la entrada de lo positivo, y la mejor manera de hacerlo es aumentando las actividades agradables que hacemos.

La entrada REALIZANDO ACTIVIDADES AGRADABLES PARA MEJORAR EL ESTADO DE ÁNIMO I se publicó primero en Centro de Psicología Psiconet.