Imagen: insuficiencia-cardiaca.com
Un estudio muestra que hacer ejercicio físico mejora a largo plazo la capacidad funcional y la calidad de vida de los afectados por IC, reduciendo en un 36% los reingresos hospitalarios.
La Ciudad de Málaga acogió recientemente la Reunión Anual de la Sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardíaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), a la que asistieron alrededor de 200 especialistas, que debatieron sobre las novedades de la especialidad, entre las que destacó el programa de formación en rehabilitación RECICAR, los fármacos PCSK9 para el manejo de las dislipemias o el estudio sobre rehabilitación Más por Menos, que se llevará a cabo bajo el auspicio de la Sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la SEC.
Una de las novedades de la reunión fue la presentación del primer programa de formación de rehabilitación cardíaca para pacientes con insuficiencia cardíaca RECICAR. Se trata de un programa que nace para formar a cardiólogos y a profesionales que estén trabajando en unidades de rehabilitación cardiaca (o unidades de insuficiencia cardiaca) y que tiene el objetivo de cumplimentar la labor de enseñar a los pacientes a entrenar de forma supervisada y aprender a pautar los distintos tipos de ejercicio.
“En definitiva, pretende formar a los expertos para que enseñen a los pacientes cómo pueden mejorar su calidad de vida, porque se ha demostrado que aquellos que entrenan el músculo periférico tienen una capacidad y tolerancia al esfuerzo mucho mayor, y, por tanto, les va a mejorar la calidad de vida”, explica la Dra. Almudena Castro, presidenta de la Sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la SEC y, por tanto, máxima responsable de la reunión. “Hasta ahora, tanto en nuestro país como a nivel mundial, se está realizando rehabilitación cardiaca en pacientes con enfermedad coronaria, es decir pacientes que han sufrido un infarto, pero se sabe que el mayor beneficio se obtiene justamente en otra enfermedad, la insuficiencia cardiaca”, añade.
En este sentido, son varios los estudios que han puesto de manifiesto los beneficios del ejercicio moderado a largo plazo en pacientes con insuficiencia cardiaca. Un ejemplo de ello es el estudio de Belardinelli, publicado en Journal of the American College of Cardiology, “ y que fue el primero en demostrar cómo la práctica regular de ejercicio físico en pacientes con IC se asocia a una mejoría de la capacidad funcional y a una disminución de la mortalidad”, destaca la Dra. Castro.
El estudio, que se llevó a cabo sobre una muestra de 123 pacientes con insuficiencia cardíaca crónica a los que se sometió a un programa de ejercicio físico supervisado de 10 años de duración, demostró que los pacientes experimentaban una mejora de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI). Además, el programa de ejercicio redujo en un 36% la tasa de reingreso hospitalario y en un 32% la mortalidad por causa cardiaca.
“RECICAR pretende primero enseñar a los cardiólogos y otros profesionales de la salud que se dediquen a esta área para que luego éstos enseñen de forma adecuada a los pacientes de IC como deben realizar los ejercicios, primero en las unidades de rehabilitación cardiaca monitorizada y, luego, para que el paciente aprenda a realizarlos en su casa para el resto de su vida. Porque se ha visto que hacer ejercicio a corto plazo mejora la calidad de vida, pero a largo plazo se ha visto que, además, logra disminuir la mortalidad”, concluye la doctora.
Fuente:
Jano.es