Este tema se desprende de un par de líneas escritas por uno de nuestros lectores y me pareció muy importante retomarlas, pues estaba en lo cierto COMPLETAMENTE. Verán. Cuando se describió a Spinosaurus aegyptiacus (desde ahora sólo Spinosaurus), en 1915, a nadie le importó mucho que digamos. Parte de eso tiene que ver con lo incompleto de los restos fósiles originales de la bestia, que aunque tremendamente inusuales, poco llamaron la atención de la emergente dinosaurología que estaba descubriendo saurios en otros lados.
Luego del infame bombardeo de 1944 en el que los restos se perdieran para siempre, poco interés adicional generó este animal. Luego del renacimiento de los dinosaurios, cementada de la mano de Robert T. Bakker y su obra "The Dinosaur Heresies" (Las herejías de los dinosaurios), se comenzó a gestar un pequeño interés por dinosaurios poco conocidos. Y Spinosaurus aparecía a veces por aquí a veces por allá en uno que otro libro, siempre representado de forma... Curiosa.
Pasa el tiempo y Paul C. Sereno et al. descubren y publican a Suchomimus tenerensis en 1998. Y sólo entonces Spinosaurus vuelve al ojo paleontológico; aunque debió volver con Baryonyx walkeri descrito en 1986. Y hablando de Baryonyx, este dinosaurio fue el responsable indirecto de hacer "famoso" a Spinosaurus.
Resulta que para cuando se estaba escribiendo el guion para Parque Jurásico 3, no quedaba claro cuál sería el antagonista. Después de todo, no quedaban muchos dinosaurios que fueran tan grandes como un T. rex. Y hay que tener en cuenta que por alguna razón se ignoró a Giganotosaurus carolinii, que fue publicado en 1995 como más grande que un T. rex. Quizá se deba a un anglocentrismo desmedido o fuera pura casualidad.
La cosa es que, al final, la versión preliminar del guion consideró a Baryonyx como el antagonista. Pero era más pequeño que un T. rex. ¿Cómo iba a ser el antagonista? Pues con la magia de la genética lo iban a lograr. Incluso, los primeros promocionales y logo de la película tenían a este género de dinosaurio como el principal. Luego, alguien de producción fue informado que ya existía un tipo de Baryonyx más grande en la realidad y además ¡Tenía vela! Y fue entonces que el Spinosaurus real se iría al carajo y surgiría la bestia mitológica del cine.
La cosa es que luego de la película de 2001, la imagen cimentada en el imaginario popular era la del monstruo del cine. Esos improntados que gustan desdeñar la ciencia cada que esta "atenta" contra lo que perciben como "aterrador y genial", son precisamente los que dicen "a cada rato cambian el diseño de espinosaurus" y suelen añadir "lo echan a perder, ya no da miedo". Y prestemos atención a la afirmación en negritas...
¿Realmente es cierto eso que dicen? Pues simplemente, no. Los dinosaurios, a diferencia de Superman o Ironman, no son personajes ficticios y no tienen un diseño. Por ende, no existe un diseño qué cambiar. Y esto que claman del cambio de diseño, revela lo que realmente piensan de los dinosaurios. Pues los ven como héroes de su infancia y no, como animales reales que alguna vez existieron.
Esto NO es un diseño, es una hipótesis de reconstrucción del aspecto en vida de S. aegyptiacus. Arte de (CC) Mario Lanzas.
Precisamente esta idea nociva hace que se rechace la nueva información que aporta la paleontología al aspecto reconstruido de los dinosaurios. Note la importancia de ASPECTO RECONSTRUIDO, pues este es una hipótesis CIENTÍFICA generada con horquillado filogenético, que es una metodología de reconstrucción de criaturas extintas. O sea: la ciencia no es Marvel, DC o Universal Studios para andar haciendo "diseños de personaje". La ciencia postula hipótesis de reconstrucción, que se ven sustituidas y mejoradas a partir de nueva información y NO, de los gustos de la gente.
Estos sí son diseños de personaje.
Es por ello que, cuando leo el clásico comentario de "a cada rato cambian el diseño de espinosaurus" (aderezado con el chiste ultragastado de Freezer), lo ignoro, pues revela que quien lo escribe, no ve a los dinosaurios como animales, sino como héroes. Y casi siempre, a estos entes no les interesa la ciencia que no haga a los dinosaurios más sanguinarios y "cool" en su cabeza. Y es EXTREMADAMENTE RARO encontrarse con alguien que sabe diferenciar a los dinosaurios reales (los animales que vivieron y que estudia la paleontología) de los monstruos del cine o videojuegos, pero de que existen estos rara avis, existen. A estos últimos, todo mi respeto, hacen algo que muy pocos pueden: separar realidad de ficción.
Estas imágenes no sólo están erradas, sino que son terriblemente engañosas. Equiparan un diseño de cine con una hipótesis de reconstrucción científica. Mucho ojo con estas imágenes falaces. Imagen de © air87art.
Así que ahora lo sabe estimado lector. No, la ciencia no cambia el diseño de nada, pues no se trata de personajes, sino de criaturas pretéritas reales. Lo que la ciencia hace es proponer nuevas hipótesis de reconstrucción del aspecto en vida. Diseños, ni que ocho cuartos...