Hemos visto que desde el comienzo de la crisis en 2007-2008, el BCE tuvo un papel vital en el rescate de los grandes bancos privados, de sus grandes accionistas y principales directivos, garantizando al mismo tiempo la continuación de sus privilegios. Podemos afirmar sin temor a equivocarnos que, sin la acción del BCE, algunos grandes bancos habrían quebrado y que eso habría obligado a los gobiernos a tomar severas medidas coercitivas con sus directivos y sus grandes accionistas. Además del rescate, el BCE prosigue oficialmente el objetivo de la inflación del 2 %. Desde ese punto de vista, el balance del BCE es un fracaso porque la Eurozona está teniendo en 2013-2014 una tasa de inflación inferior al 1 % y está al borde de la deflación. |1| Los otros tres objetivos importantes pueden resumirse de la siguiente manera:
● Defender el euro, que es una camisa de fuerza para las economías más débiles de la zona euro, así como para todos los pueblos de Europa. El euro es un instrumento al servicio de las grandes empresas privadas y de las clases dominantes europeas (el 1 % más rico). Los países que forman parte de la zona euro no pueden devaluar su moneda puesto que adoptaron el euro. Pero para los países más frágiles de la zona euro sería ventajoso devaluar su moneda para ganar competitividad frente a los gigantes económicos alemanes, franceses, del Benelux (Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo) y de Austria. |
2| Países como Grecia, Portugal, España, Italia, Eslovenia, Estonia y Letonia están por lo tanto bloqueados por su pertenencia a la Eurozona. Las autoridades europeas y los gobiernos nacionales aplican en su lugar la llamada devaluación interna: imponen una reducción de los salarios, cuyo único objetivo es el beneficio de la patronal de las grandes empresas privadas. Se puede decir que su sinónimo es disminución salarial. ● Reforzar la dominación de las economías europeas más fuertes (Alemania, Francia, Benelux…) donde tienen su sede las mayores empresas privadas europeas. Esto implica mantener fuertes asimetrías entre las economías más fuertes y las más débiles.● Participar y sostener de manera ofensiva los ataques del gran capital contra el Trabajo con el fin de aumentar los beneficios de las empresas y la competitividad de las mayores empresas en el mercado mundial frente a los competidores estadounidenses, chinos, japoneses, coreanos…
Pasemos revista a la evolución de la situación de Europa desde 2011, |3| teniendo en cuenta los tres objetivos arriba mencionados.
¿Cuál es el balance de la actuación del BCE desde el punto de vista del 1 % más rico y de las grandes empresas privadas?
Supongamos por un momento estar en el lugar del 1 % más rico para apreciar la acción del BCE. El discurso oficial machaca que el BCE logró con éxito, en 2011, la transición entre su antiguo presidente, el francés Jean-Claude Trichet, y el nuevo, el italiano Mario Draghi, |4| ex gobernador del Banco de Italia y ex vicepresidente del Goldman Sachs Europa. El BCE y los dirigentes de los principales países europeos consiguieron negociar la reducción de la deuda griega al convencer a los bancos privados que aceptasen una quita de sus acreencias de cerca del 50 %. |5| Paralelamente, la Troika (FMI, BCE y Comisión Europea) obtuvo del gobierno griego la aceptación y compromiso de un nuevo plan de austeridad radical, que comprendía privatizaciones generalizadas y la renuncia a una parte importante de su soberanía. A partir de marzo de 2012, los enviados especiales de la troika se instalaron de forma permanente en los ministerios atenienses con el objetivo de controlar muy de cerca las cuentas del Estado. Los nuevos préstamos concedidos a Grecia pasaron desde ese momento por una cuenta que las autoridades europeas pueden bloquear. Otra característica muy ventajosa para los acreedores era que los nuevos títulos de la deuda griega ya no serían competencia de los tribunales griegos sino que corresponderían al derecho inglés y los litigios entre el Estado griego y los acreedores privados serían arbitrados en Luxemburgo. |6| Finalmente, bajo la presión del BCE y de los dirigentes europeos, el gobierno del PASOK (partido socialista griego) de Yorgos Papandreu (muy sometido a los dogmas neoliberales y cada vez más impopular) fue reemplazado, sin elecciones, por un gobierno de unidad nacional Nueva Democracia-PASOK, en el que ocupan una posición privilegiada los ministros salidos directamente de los medios bancarios.
A pesar de que con anterioridad a una reunión del G20 en Cannes, a fines de octubre, Yorgos Papandreu había anunciado la convocatoria de un referéndum sobre el nuevo plan que quería imponer la Troika, esa consulta popular nunca tuvo lugar. Era evidente que si el pueblo griego hubiera sido consultado mediante un referéndum, la austeridad habría sido rechazada. Lógicamente, la Troika, apoyada por el G20, consiguió que Yorgos Papandreu abandonara esa iniciativa democrática elemental.
Podemos completar este sombrío escenario con otras tres buenas noticias para el BCE y los dirigentes europeos:1. Silvio Berlusconi fue obligado a dimitir a finales de
2011 y reemplazado, sin consulta electoral, por un gobierno de técnicos, con
Mario Monti, ex comisario europeo muy próximo a los medios bancarios, y capaz
de imponer a los italianos una profundización de las políticas neoliberales, a
su cabeza. |7|
2.- En España, el jefe del gobierno, Mariano Rajoy, presidente del Partido
Popular, radicalizó la política neoliberal de su predecesor, el socialista José
Luis Rodríguez Zapatero.
3.- Los dirigentes europeos |8| llegaron
a un acuerdo en marzo de 2012 sobre un pacto de estabilidad (Tratado de
Estabilidad, Coordinación y Gobernanza, TECG) que hace irreversible la
austeridad presupuestaria, el abandono por los Estados miembros de un poco más
de su soberanía nacional y la inyección de una dosis suplementaria de sumisión
a la lógica del capital privado. |9|
Finalmente, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) entró en vigencia y
facilita acudir en ayuda de los Estados y de los bancos con motivo de próximas
crisis bancarias, así como de los Estados miembros con dificultades de
financiación.
En marzo-abril de 2012, Mario Draghi, la mayor parte de dirigentes europeos y
los responsables de los bancos tuvieron de qué alegrarse. El 1% más rico estaba
realmente contento. Parece que todo les va muy bien a pesar de la crisis.
En el mismo momento, en Francia, en las elecciones
presidenciales salía elegido el socialista François Hollande, derrotando a
Nicolas Sarkozy. De todas maneras, este hecho no fue verdaderamente inquietante
para las finanzas internacionales, puesto que podía contar con la dirección del
partido socialista francés, así como con otros partidos socialistas de Europa,
para continuar con la austeridad.
En Grecia, la situación era más difícil para el BCE ya que
Syriza, la coalición de izquierda radical que prometía anular las medidas de
austeridad, suspender el pago de la deuda y desafiar a las autoridades
europeas, podría conseguir una victoria electoral. Para los valedores de la
austeridad europea, eso había que impedirlo a toda costa. La noche del 17 de
junio de 2012, el BCE respiraba tranquilo, y también la sede de los gobiernos
europeos y los consejos de administración de las grandes empresas: el partido
de derecha Nueva Democracia aventajaba a Syriza. Incluso el nuevo presidente
socialista francés se alegraba del resultado del escrutinio, lo que muestra
claramente su orientación. Y al día siguiente, los mercados respiraban. Se
podía continuar en la ruta de la austeridad y de la estabilización de la zona
euro.
En julio-agosto de 2012, la zona euro se encontraba de nuevo
bajo una gran presión y, para tranquilizar a los mercados, Mario Draghi declaró
en septiembre que haría todo lo posible para salvar al euro. El BCE comenzó a
comprar de nuevo masivamente títulos de la deuda de Italia y de España,
principalmente. La Comisión Europea, los gobiernos y los grandes medios sólo hablaban
de la crisis de las deudas soberanas, cuando eran los bancos privados, otra
vez, y el euro los que estaban en el centro de la crisis.
Gracias a que el BCE compró títulos italianos y españoles a
los bancos, y a la liquidez masiva que le otorgó a los mismos, la situación
comenzó de nuevo a distenderse. Los tipos de interés exigidos
por esos mismos bancos para prestar a los países más débiles comenzaron a bajar
progresivamente, en particular en España e Italia. Pero está claro que los
bancos no habían salido de la encrucijada. El Dexia tuvo que ser rescatado por
tercera vez en diciembre de 2012, a costa de las finanzas públicas de Bélgica y
Francia; Italia tuvo que acudir en auxilio del banco más viejo del mundo occidental,
el Monte dei Paschi (cuarto banco del país), España tuvo que recapitalizar
varios bancos, Países Bajos tuvo que inyectar en febrero de 2013 3.700 millones
de euros en el banco hipotecario SNS y, en marzo de 2013, los dos bancos
principales chipriotas estaban al borde de la quiebra.
En febrero de 2013, el primer ministro italiano Mario Monti
sufrió un clamoroso fracaso electoral. La protesta se mostró en las urnas dando
protagonismo a un nuevo movimiento político en torno al humorista Beppe Grillo.
En Portugal, las manifestaciones ciudadanas antiausteridad,
que habían tenido una gran repercusión en septiembre de 2012 (un millón de
manifestantes), |12|
comenzaron un nuevo florecimiento en marzo de 2013 (de nuevo más de un millón
de manifestantes). |13|
El pueblo expresaba su rechazo a las políticas de austeridad y, al mismo
tiempo, se ponían en evidencia los signos de una crisis del lado de los
poderosos y de los dirigentes. El Tribunal Constitucional portugués invalidó
tres veces las medidas de austeridad tomadas por el gobierno y, en julio,
dimitía el ministro de Finanzas, lo que provocó una importante convulsión.
En septiembre de 2013, en Alemania, las elecciones confirieron un nuevo mandato
a Angela Merkel, pero su socio político, el FDP, todavía más neoliberal, fue
sancionado por los electores y perdió su representación parlamentaria. Desde el
punto de vista aritmético, un gobierno de centro-izquierda habría podido
constituirse reuniendo a los social demócratas (SPD), a los Verdes (Grünen) y a
la izquierda radical (Die Linke), pero el SPD prefirió la gran alianza con
Angela Merkel. La patronal alemana, la Comisión Europea y el BCE quedaron
satisfechos.
Los once primeros meses de 2014 no constituyeron un éxito
para el BCE:
Con los resultados de las elecciones europeas de finales de mayo de 2014,
parecía que las políticas de la Unión Europea son rechazadas por una amplia
mayoría de la población. No solamente la tasa de participación electoral fue
muy débil, sino que también los partidos que critican con fuerza la política de
la Comisión Europea y los gobiernos, o aquellos que se oponen a la integración
europea tal como esta se lleva a cabo, han progresado notablemente. Por otra
parte, Europa sigue sin encontrar el camino para un verdadero crecimiento: el PIB europeo
en su conjunto es ligeramente inferior al de 2007-2008. |14|
En junio de 2014, el BCE opta por seguir la orientación de apoyo incondicional
a los grandes bancos privados y a la ofensiva patronal contra la mayoría de la
población. |15|
En julio de 2014, el principal banco portugués, Banco Espirito Santo, está al
borde de la quiebra. Su caída nada tiene que ver con la deuda pública, sino con
las manipulaciones en las que están implicados sus propietarios. |16|
Podemos pide una auditoría pública de la deuda y una reestructuración de ésta.
Al otro extremo del Mediterráneo, Syriza, que ha pasado a ser la principal
fuerza política en Grecia tras las elecciones europeas de mayo de 2014, se
mantiene sistemáticamente a la cabeza en los sondeos de opinión. Podría haber
elecciones anticipadas en el transcurso de 2015. Syriza se pronuncia por una
reestructuración de la deuda y por una conferencia de los Estados europeos con
el fin de reducir dicha deuda.
Esta rápida retrospectiva de los acontecimientos que marcaron la evolución de la gestión de la crisis en la eurozona, entre finales de 2011 y finales de 2014, muestra que los dirigentes europeos al servicio del gran capital logran siempre marginar al poder legislativo, y no tener en cuenta las opciones de la ciudadanía. A decir verdad, los dirigentes europeos progresivamente excluyen del juego al demos |17| de la democracia para reemplazarlo por los bancos y evolucionar hacia la bancocracia. Por supuesto, este razonamiento es esquemático, pero tiene la ventaja de señalar una evolución bien real.
¿Qué pasa con la democracia en el momento en que los ciudadanos
desean rechazar masivamente la austeridad y no lo pueden expresar mediante una
votación, o cuando el resultado de una elección es ignorado o anulado porque no
era la opción de los gobernantes? Los ejemplos no faltan: en 2005, en Francia y
en los Países Bajos después del no al Tratado de una Constitución europea, en
Irlanda y Portugal después de las elecciones de 2011, en Grecia varias veces
entre 2010 y 2012, en Francia y los Países Bajos de nuevo después de las
elecciones de 2012. Sin olvidar, como ya hemos visto, el rechazo a la
celebración de un referéndum en Grecia a comienzos de 2012, a pesar de que el
primer ministro Yorgos Papandreu lo había prometido. Todo está organizado para
que el margen de maniobra de los gobiernos nacionales y los poderes públicos
esté limitado por un marco contractual europeo cada vez más coercitivo.
Realmente, es una evolución muy peligrosa. El poder del BCE y de la Comisión
Europea es progresivamente reforzado con el control de los gobiernos de los
países más fuertes de la UE y de la zona euro.
El proceso no es irreversible, los gobiernos, presionados
por sus poblaciones podrían tomar la decisión de desobedecer a la Comisión
Europea, al BCE y, después de ellos, a la patronal de las grandes empresas
europeas. En ese caso, está claro que los gobiernos, sostenidos por el pueblo
movilizado, podrían encontrar un verdadero espacio de acción, ya que la fuerza
de Bruselas se basa en la docilidad de gobiernos y pueblos.
La actitud que adoptaron con el fin de encontrar una solución al ciclo infernal
de la deuda será decisiva para la viabilidad de un giro favorable a los
derechos de la mayoría de la población. Si se someten a los dictados de la
Comisión Europea, el FMI y otros acreedores, no habrá manera de que la
alternativa tenga un éxito duradero.
|17| El demos griego (demos = pueblo) es un término heleno que es raíz de palabras como democracia. Su primera acepción dice que el demos representa a la totalidad de los miembros de una comunidad cívica en la ciudad griega. Ese demos, reunido en asamblea, tiene en una democracia poder de decisión. En la prosa literaria u oratoria, el demos representa a la plebe, opuesto a los ricos (plousios), a los poderosos. Éric Toussaint, profesor en la Universidad de Lieja, portavoz del CADTM Internacional y es miembro del Consejo Científico de ATTAC Francia. Es autor de libros en varios idiomas. Algunos en castellano: Bancocracia (Icaria, Barcelona, 2014) ; Proceso a un hombre ejemplarhttp://cadtm.org/Proceso-a-un-hombr...; Una mirada al retrovisor: el neoliberalismo desde sus orígenes hasta la actualidad http://cadtm.org/Una-mirada-al-retr..., Icaria editorial, Barcelona, 2010, entre otros.