Ingenieros y científicos de la Agencia Espacial Europea (ESA) están felices porque lograron recuperar un satélite que inesperadamente falló. La solución fue… hackearlo. El satélite, llamado “Samba” pertenece al grupo Cluster, formado por cuatro satélites lanzados en el 2000 para investigar la magnetósfera de la Tierra.
En marzo, el módulo Wave Experiment Consortium (WEC) a bordo de Samba dejó de responder a las órdenes que le mandaban desde el planeta. Esto angustió bastante a la Agencia, porque los sensores de los cuatro satélites deben trabajar en conjunto para lograr observaciones efectivas. De otro modo, el trabajo de los otros tres podía quedar inválido.
Pese a los intentos de los ingenieros en el centro de operaciones en Darmstadt, Alemania, ninguno de los procesos de recuperación funcionaron, ni tampoco se pudo lograr que el aparato enviara un informe de estado. Los científicos sospechaban que podía tratarse de dos cosas: un cortocircuito, o bien que los switches de energía estuvieran todos en apagado.
Los especialistas mismos del Centro europeo de investigaciones espaciales definieron sus acciones como “hackeo sucio”. Pues ellos penetraron en el sistema paralizado y lo hicieron trabajar.
Los investigadores lograron usar un software que estaba dormido en el computador del satélite, que les permitió descartar el cortocircuito. En cambio, descubrieron que los cinco switches de energía estaban desconectados.
Antes del lanzamiento se había probado qué podría pasar si tres de los cinco switches se apagaban, pero a nadie se le había ocurrido que se podrían desconectar todos. No había manera de despertar al satélite desde esta condición. Pero los científicos no se rindieron, y con los planos de Samba, se pusieron a pensar en una solución.
“La solución estaba basada en un hackeo, pero realmente no teníamos otra opción”, dijo Jürgen Volpp, gerente de operaciones de Cluster. Finalmente el 1 de junio se enviaron una serie de comandos por radio hacia el satélite, a los que, para alivio de los científicos, Samba respondió finalmente cambiando las palancas a “encendido”.
Con esto, Cluster ha vuelto a operar normalmente. La ESA indicó que se tomarán medidas para evitar que vuelva a suceder algo como esto. Por suerte, como saben bien los hackers, la mayoría de los sistemas pueden hacer cosas que se supone que no deberían.
Fuente: Fayerwayer
El satélite esta compuesto de múltiples sensores.
Quantum opina:
El término “hack sucio” no significa en absoluto un método de descerrajamiento electrónico criminal. Suele emplearse más como una “intromisión burda”, a veces la única forma de corregir los defectos que aparentemente son irreparables. Mas tarde, el vocablo adquirió un nuevo significado. La palabra hacker apareció hace 60 años en EEUU. y procede del verbo inglés hack, que significa cortar a hachazos, enderezar, rectificar. En su significado inicial, hacker no es un ser negativo, sino un especialista que aplica métodos frontales, rápidos y burdos.
La cooperación de los hackers y los satélites lleva ya unos diez años siendo el primer caso el del 2002, cuando hackers chinos penetraron en un satélite también chino. Desde entonces y hasta el 2008 se libró un proceso judicial contra una de las compañías de Rupert Murdoch quien contrató hackers para que dañaran satélites rivales. El caso mas flagrante conocido fue el del 2008 cuando especialistas estadounidenses llevaron un notebook con virus hasta la Estación Espacial internacional.