En la época de Franco la rebelión era imposible, so pena de ser castigado duramente. Por eso resulta impactante la historia de Las Navas de Jadraque, un pueblo de la Sierra Norte de Guadalajara que osó rebelarse contra el sistema
El decreto 2168/1961 del Ministerio de Agricultura aprobaba la repoblación forestal con pinos de la cuenca del pantano de Alcorlo, que afectaba a varios pueblos, entre ellos Las Navas de Jadraque. El 31 octubre de 1.962 se firmaba el Consorcio GU-3118 , “Taina Vieja y otros”, entre el Patronato Forestal del Estado y el Ayuntamiento, que delimitaba la zona a repoblar (119,98 Has, propiedad del ayuntamiento).
Cuando tiempo después la máquina fue a hacer su trabajo en el término de Las Navas, los vecinos se rebelaron. El ayuntamiento envió con presteza a 2 vecinos (entre ellos Emilio, el futuro alcalde) y consiguieron pararla. El Concejo y los vecinos acordaron impedir la repoblación con un solo argumento: Si a 900 Has del término, le quitaban 120 Has para pinos ¿de que iban a comer?
Los vecinos se enfrentaron a las máquinas y las pararon tantas veces como hizo falta. Tras múltiples gestiones en Madrid con el ICONA, donde acudieron alcalde, concejales y el cura D. Julián, en 1.969 lo consiguieron. A partir de ese año ICONA no insistió más y dejó aparcado el tema (creemos que alguien sensato, y con poder, decidió dejarlo en el cajón sine die). A efectos prácticos, la repoblación se paró para siempre.
Recientemente se ha firmado la anulación definitiva del Convenio con la Junta de Castilla La Mancha, (que asumió las competencias de ICONA), volviendo las tierras a su legítimo dueño … ¡ y sin repoblar! Sea este nuestro pequeño homenaje.
Lar-ami
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