Revista Cocina
En Castilla, en las casas de los pueblos solía haber dos cocinas. Una era el espacio que entendemos cualquiera por ese nombre; es decir, el lugar donde se cocina, se come, se friega, se almacena la loza de diario y se pasa mucho tiempo. Luego estaba la “cocina de horno”, que era donde se cocía el pan (y otras viandas menos humildes, como tostón, cordero o cabrito)y solía contar con un horno para tal uso, una lumbre baja (en Galicia se dice lareira) en la cual, del tiro de la chimenea siempre colgaba sobre las brasa un pote negro con agua caliente ( al menos, en casa de mi abuelo) y en esta cocina se solía curar la matanza colgada de los varales. Estas cocinas sí que eran una capilla y no la Sixtina. En la Sixtina se representa cómo Dios le da la vida a Adán en la de mi abuelo y muchísimos abuelos más, era donde realmente se materializaba "el hecho de tomar la vida". Bueno, que me pierdo…, mi hermana tiene una cocina de estas pero “a lo actual” con su lumbre baja (Chimenea) y su horno de Pereruela para cocer pan o… lo que se tercie. Aprovechando que estoy con ella, hemos rescatado una receta de las de todas las vidas y alguna más. De esas que es muy, pero que muy difícil que salgan mal y ahora te la ofrecemos con la absoluta certeza de que si pruebas a realizar te va a salir bien sí o... sí:
REBOJO ZAMORANOLo primero es tener el molde de los rebojos, si no… será un rebojo, pero no zamorano. El molde es de hojalata acanalado y ovalado, con varios tamaños.
Ingredientes (6 rebojos aproximadamente):6 huevos (unos 350 grs.).350 grs de harina.350 grs de azúcar.1 c.c de bicarbonato.Grasa (mantequilla, aceite, manteca) para engrasar el molde.
Elaboración:Mezclamos la harina y el bicarbonato (sustituible por levadura) y reservamos.Batimos muy bien los huevos enteros con el azúcar hasta que blanqueen, vamos añadiendo la mezcla de harina y bicarbonato (o levadura) tamizando. Integramos todo muy bien.Untamos nuestros moldes (6 medianos) con la grasa y espolvoreamos un poco con harina, eliminando el exceso. Rellenamos con la preparación y cocemos en el horno, ya precalentado, a 180º durante 20 minutos. Dejar enfriar antes de desmoldar. Y si puedes resistir, están mejor al día siguiente.
Nota: Mi madre nos ha dicho que la auténtica receta es: se pesan los huevos y el mismo peso de los huevos se añade de harina y azúcar, con un poquito de bicarbonato “pa que suba”.
Este rebojo está a camino entre una magdalena y un bizcocho de yogur, pero con la “austeridad y limpieza” de sus ingredientes, no lleva aromatizantes, ni ralladuras… es el huevo, el azúcar y la harina… Un fiel reflejo de Zamora y sus gentes.