¿Y si te dijera que cualquier animal del campo puede acabar formando parte de un lienzo?
Por pequeño que sea, cualquier animalito que se encuentre en la naturaleza puede formar parte de una de las obras de Alberto García.
El artista gallego siente fascinación por los huesos y por los animales, de hecho ama ambas cosas, por ello para sus obras sólo utiliza los esqueletos de animales que hayan fallecido de forma natural.
Sus esculturas tienen un doble sentido para Alberto García. Por un lado, la creación de un pieza única e irrepetible de arte y por otro lado, la sensación de darle una segunda vida a esos huesos inertes, una manera de inmortalizar a esos fieles amigos.
Cada una de sus obras conlleva una importante cantidad de horas, días, meses de dedicación para hacer estos detallados trabajos.
Primero con la recolección de los huesos por el campo. Emplea huesos variados como pavos, conejos e incluso espinas de peces. El segundo paso es un minucioso proceso de limpeza y desinfección con tratamientos específicos y por supuesto la composición de la obra en sí.
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