Por su aspecto, estas barras dulces son idóneas para San Valentín, o cualquier fiesta que precisa un toque de glamour… o un toque psicodélico, claro. Son jugosas y sabrosas, con lo cual sería una lástima prepararlas sólo para San Valentín.

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Para unas 16 barras, necesitas:
Primera capa:
425g de harina
400g de azúcar
3 cucharadas de cacao
1 cucharadita de sal
½ cucharadita de levadura en polvo
3huevos
240ml de aceite vegetal
1 cucharada de extracto de vainilla
1 cucharada de colorante alimenticio rojo
2 cucharaditas de vinagre
2cucharadas de leche
Segunda capa:
450g de queso Philadelphia®
150g de azúcar
2huevos
2cucharaditas de extracto de vainilla
Calienta el horno a 350ºC, y prepara un molde rectangular, untándolo con mantequilla y forrándolo con papel de cera.
En un bol grande, mezcla juntos la harina, el azúcar, el cacao, la sal y la levadura.

En otro bol, bate juntos los huevos, el aceite, el extracto de vainilla, el colorante y el vinagre hasta conseguir un líquido liso y rojo.

Mezcla juntos los ingredientes líquidos y los secos,

(a que parece un poco Halloween, ¿no?)
…y remueve hasta conseguir una masa uniforme y muy espesa.

Pon aprox. 10 cucharadas de la masa en otro bol. Añade la leche a este bol (de las 10 cucharadas),

y mezcla hasta conseguir una masa mucho más suelta que la primera.

Pon la primera masa (la espesa) en el molde preparado, y con los dedos, extiende hasta los bordes.

Bate juntos el queso y el azúcar hasta conseguir una crema espumosa. Añade los huevos y el extracto de vainilla…

…y bate un poco más. Vierte esta mezcla encima de la base.

Ahora vierte la masa roja más suelta encima de la crema de queso, sin cubrirla del todo.

Pasa un cuchillo por las dos cremas, primero en líneas y luego en ondas (según el resultado que quieras), así mezclando los tonos y creando un efecto marmoleado.

Hornea durante unos 30-35 minutos. Déjalas enfriar en el molde durante unos 15 minutos antes de sacarlos.

¡A disfrutar!
