Ya llegan. Ya casi podemos estirar la mano y alcanzar la Nochebuena y la Navidad. Están allí, a la vuelta de la esquina, esperándonos. Toda la ciudad (casi en cualquier parte del mundo), seguro, se ha vestido de fiesta y de negocios abarrotados de gente que busca comprar sus regalos, con bolsas y paquetes, niños y carritos. Sin embargo, todavía nos queda tiempo para una preparación más: un turrón blando (con algo de nougat, con algo de fudge) de chocolate, nueces y cerezas, ideal para realizar un regalo-comestible de último minuto que dejará a todos más que felices. En poco tiempo, con pocos ingredientes y con un sabor que... ¡Madre mía!
Aquí el listado de ingredientes para que en un ratito nomás lo preparen y queden de mil maravillas con invitados, amigos, conocidos y anfitriones.
Vamos con el paso a paso de esta receta que es bien sencilla. Primero, poné en un bol a baño María 160 gramos de leche condensada (yo utilicé la que es descremada) y agregá 230 gramos de chocolate amargo (o semiamargo) de buena calidad (en mi caso, 70% de cacao), cortado en trozos.
Revolvé con espátula o cuchara de madera y retirá del fuego cuando la temperatura permita que el chocolate se derrita por acción del propio calor de la leche condensada.
Cuando esto ocurra, agregá 70 gramos de nueces en trozos y 70 gramos de cerezas en almíbar (o al marrasquino). Verté la mezcla en un molde para turrón o similar, forrado con papel manteca/para cocinar.
Dejá enfriar hasta que endurezca y cortalo en porciones o, si preferís, dejalo en una barra completa (como un típico turrón). Yo escogí cortarlo en barritas para armar con ellas unos lindos paquetitos.
Algunas observaciones y recomendaciones finales: Con esta cantidad de ingredientes se obtiene un turrón de tamaño similar a los comerciales.
Para conservarlo, se debe envolver en papel manteca y mantener en ambiente seco, alejado de fuentes de calor y de olores/perfumes fuertes (porque el chocolate los absorbe).
Puede utilizarse chocolate amargo, semiamargo, con leche o chocolate blanco. De igual manera, pueden reemplazar las nueces por otras variedades o por otros frutos secos.
Si lo desean, pueden añadir algunas gotas de licor de cerezas, kirsch o brandy a la preparación. Le aportará un perfume y un saborcito muy particular al turrón. Eso sí, será una versión sólo apta para adultos.
Para su realización, pueden utilizar moldes de turrón (algunos son muy vistosos), de pan de molde (con sus aristas bien rectas, producen el mismo efecto que un molde de turrón) o envases de leche (formato Tetra-pak) que, cortados en sentido longitudinal, les permitirán obtener 2 piezas iguales.
Imagínese una linda caja, coqueta, forrada en tela o en un papel festivo/elegante, repleta de estas ricas barritas de turrón blando, en fila, una al lado de la otra. ¿No les parece una manera muy divertida de presentar este regalo-comestible?
Este turrón es un vicio: dulce, repleto de cerezas sabrosas y de crocantes nueces, con mucho sabor a chocolate y de textura blanda. Es comer y no querer parar...
Espero que la propuesta de hoy los seduzca con sus sabores y se animen a preparar este turrón blando que gustará a sus invitados, familia o felices acreedores de este regalo-comestible.
Nos reencontramos en unos días. Hasta entonces, disfruten de sus afectos y experimenten en la cocina. ¡Buen fin de semana!