A los niños les encantan las cosas redondas y de colores vivos. Piénsalo, les gustan las pelotas, los globos, las canicas...
Si les presentamos un postre como éste, tan vistoso, colorido y redondito, seguro que conseguimos llamar su atención. BALÓN DE NATA Y KIWIS
El kiwi es una fruta muy interesante por su alto contenido en Vitamina C, además contiene actinidina, una enzima muy especial que facilita la digestión y no se encuentra en otra fruta. De hecho, el nombre biológico del kiwi es Actinidia Deliciosa.
Tiene mucha fibra, por lo que favorece el tránsito intestinal. Es fuente natural de ácido fólico y por supuesto tiene bajo aporte calórico. Con todas estas propiedades ¿Cómo no vamos a ofrecérselos a nuestros niños? Además tus hijos te pueden ayudar a preparar esta receta porque es muy sencilla, rápida y no necesita apenas elaboración. INGREDIENTES (para 6 personas): 3 Kiwis Zespri Green3 Kiwis Zespri SunGold500ml de nata líquida para montar4 cucharadas soperas de leche condensadaBizcochos de soletilla (5 o 6 unidades)Frambuesas, moras u otros frutos rojos
Comenzamos montando la nata líquida. Como son 500ml, necesitamos un recipiente que sea amplio o bien hacerlo en dos veces.
Para montar la nata líquida debe estar previamente fría, en la nevera.
Trabajamos la nata con las varillas eléctricas. Cuando esté casi montada, añadimos la leche condensada y continuamos batiendo.
Para mi gusto, con 4 cucharadas soperas es suficiente para endulzar 500ml de nata.
Una vez montada la nata, la ponemos en el congelador para que tome más consistencia.
Mientras, pelamos y cortamos los kiwis en rodajas.
Para la elaboración de esta receta he utilizado dos variedades de kiwi, el Kiwi Zespri Green y el Kiwi Zespri SunGold.
Así nuestro balón quedará más vistoso, combinando el color verde y el amarillo.
El kiwi amarillo, SunGold, tiene un delicioso sabor dulce con un toque tropical. Está exquisito y todavía contiene más vitamina C que el verde.
El kiwi SunGold lo podemos encontrar ahora en el mercado porque la temporada es de noviembre a enero.
Para las cantidades que os facilito, necesitamos un cuenco mediano. Yo utilicé uno de 20cm de diámetro y 10cm de alto.
Ponemos un poco de mantequilla por toda la superficie interior. Nuestros pequeños ayudantes disfrutarán pringándose un poquito.
Vamos colocando con cuidado trozos de kiwi por todas las paredes del bol, procurando que queden ordenados y alternando los colores.
Por cierto, ¿Sabías que el kiwi tuvo su origen en China y no en Nueva Zelanda, como todos pensamos?
Una vez forrado todo el molde con las rodajas de kiwis, añadimos la nata montada.
Por último colocamos los bizcochos de soletilla. Boca abajo y cubriendo el fondo.
Tapamos con papel film y lo metemos en el congelador.
Como mínimo necesita 3 o 4 horas de congelador. Podemos tenerlo mucho más tiempo congelado, y el día que lo vayamos a consumir ponerlo en la nevera unas horas antes para que no esté tan duro.
Lo ideal es degustarlo muy frío, pero no completamente congelado. El tiempo de descongelación dependerá de la temperatura ambiente.
Lo desmoldamos en el momento de servir, damos la vuelta al cuenco, movemos suavemente y si es necesario aplicamos un poco de calor con un trapo mojado en agua caliente.
Servimos nuestro espectacular postre rodeado con frambuesas, moras u otros frutos rojos, que aportarán más colorido y vitaminas.
Visto desde arriba, todavía parece más un verdadero balón.
Mi hijo Lucas (2 años) cuando lo ha visto ha dicho: ¡ALAAAA! Quero probaaar
Y después de hacer la cata, ha dado su veredicto: Magustaaaooo
De verdad, animaros a probarlo, que os va a encantar.
La suavidad de la nata, en combinación con el kiwi y los frutos rojos es una mezcla deliciosa.
Mejor si os sacrificáis y os lo coméis todo ;) porque no se debe volver a congelar.
Si todavía no la conoces, te invito a visitar la sección del blog dedicada a la alimentación infantil.
Podrás ver muchas más ideas, cuentos y recetas para fomentar el consumo de frutas y verduras en los más pequeños.