Este domingo, como cada fin de semana que me toca quedarme sola en casa, me fui a pasarlo a casa de mis padres, y como costumbre que he empezado desde hace unos meses, cada vez que voy tengo que preparar algo, sino parecería un finde incompleto. Este lo aproveché para hacer un pie de manzana que tenía pendiente desde octubre.
Solía hacer esta tarta casi todas las semanas cuando vivía en Venezuela, hace más de tres años ya. Por la falta de práctica no me quedó muy bonita, pero el sabor es el de siempre ^^ Esta tarde planeo hacer un par más en versión mini para seguir practicando, en cuanto estén, a las redes :P
Vamos con la receta. Para la masa usé:
1 Taza de harina.
1/2 taza de azúcar.
125 gr. de mantequilla.
1/2 taza de agua fría.
Unimos primero la harina y el azúcar y luego con dos tenedores lo mezclamos con la mantequilla. Cuando terminamos le echamos agua poco a poco, lo suficiente para que quede una masa, probablemente no haga falta usar toda la taza de agua. Una vez tengamos la masa hecha, la separamos en dos partes y la metemos en la nevera en bolsas de plástico mientras preparamos las manzanas.
El relleno es súper sencillo, mis momentos en la cocina normalmente se definen por ser breves xP no me gusta mucho cocinar aunque estoy intentando cambiar eso :P, así que para el relleno usé:
5 manzanas.
3 frascos de compotas o potitos de manzana.
Canela al gusto.
Azúcar al gusto.
El relleno se hace por capas, pelamos y cortamos las manzanas en rodajas, y comenzamos con una capa de compota, una capa de manzana y otra capa de la mezcla de canela y azúcar. Repetimos esto hasta terminar las manzanas.
Y ya es hora de sacar la otra parte de la mezcla de la nevera. La estiramos con un rodillo y cortamos en tiras para luego enlazarlas. Luego nos quedará más o menos como en la foto! Si le dedican un ratito seguro que les queda mejor que mi primer intento después de tanto tiempo.
La tarta está riquísima, no duden en intentarlo ;)