Y esta vez, aprovechando que es temporada de calabaza y que se acerca Halloween, preparamos una receta una salsa de pasta un tanto diferente. ¿Por qué ahora? Pues porque mister Panda vio las calabazas en la frutería y se compró una y la asó y como no tenía muy claro que hacer con ella, pues se puso creativo. Bueno, realmente no tanto porque esto ya estaba testado, pero más o menos creativo. Y como estoy muy perezoso, también muy sencilla.
Antes de nada, un aviso, aunque parezca que la foto tiene Instagram a muerte, lo que pasa es que mi teléfono no es buen fotógrafo y es todo lo que ha podido rescatar Miss Panda.
Esto es una extrapolación de una pizza que tomamos en pizza al cuadrado, lugar muy muy recomendable del que tenemos que hablar tarde o temprano. Pensamos, si la calabaza y el bacon están ricos en pizza ¿por qué no en salsa de pasta? Ahora sí, al lío.
Ingredientes para 2 pandas:
300 g. de calabaza cruda.
4 lonchas de baconazo.
1/2 cebolla.
Nata (no hace falta mucha).
Aceite.
Sal y pimienta.
Queso (¡que nunca falte en mis recetas!)
Preparación:
1. Cortamos en daditos la calabaza (cuánto más pequeños se hará antes) y la cocinamos, ya sea al horno, sartén o cocida. Yo me decanté por el horno porque soy fan. No hace falta salar aún porque tendremos tiempo más adelante.
2. Mientras se cocina la calabaza podemos ir cortando la cebolla y el bacon y haciendo un sofrito con ellos.
3. Una vez cocinada la calabaza la batimos, si queda muy espesa (altamente probable), añadimos algo de agua o nata y ajustamos el punto de sal.
4. Mezclamos en la misma sartén del bacon y la cebolla.
5. Ponemos la salsa encima de la pasta que nos de más rabia (yo usé tubitos porque me gusta que se quede la salsa dentro) y encima le añadimos queso al gusto y ¡a comer!
P.D.: en la foto no sale el estado final de mi plato, hice una foto para que penséis que soy una persona seria y comedida, pero esas hebras no son más que un adorno, seguidamente le puse queso como debe ser.