Ingredientes para cuatro banqueros: 1 funcionario, preferentemente del Estado – 35 horas semanales, un puñadito de días libres, 2 pagas extra – pimentón picante, una cucharada sopera de aceite de oliva extramegavirgen, sal gorda.
Elaboración: Coje un ciudadano cualquiera de clase media o baja (los de clase alta no se pelan igual de bien). Ponlo a hervir en una olla a presión de la marca Oposiciones durante 2 ó 3 años. Mientras tanto, en una sartén, sofríe los días libres, las pagas extra y 35 horas de trabajo semanales; cuando esté todo bien doradito, lo coges y lo tiras a la basura porque solo servía para tener al funcionario contento mientras hervía. Cuando el funcionario ya esté bien blandito, sácalo de la olla, quítale la piel y córtalo en rodajas. Añádele un poco de pimentón picante, sal gorda y un chorrito de aceite y sírvelo en una bandeja. Ya verás que los banqueros de la mesa no dejan ni los huesos y a ti, a lo mejor, hasta te dan un prestamillo al 25% de interés.
Sugerencias: Si el número de comensales es muy grande y vas a cocinar varios funcionarios, asegúrate de cogerlos todos del mismo tipo (es decir, solo maestros o solo enfermeros o guardias civiles…). De este modo te aseguras de que no te protesten todos a la vez, que queda muy feo para la Marca España. Si previamente has conseguido que la ciudadanía los envidie o los odie (como pasó con los controladores aéreos), habrás dado un paso de gigante para conseguir tu primera Estrella Cabroncín.
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