Revista Cocina
Hay muchos tipos de libros de gastronomía: los que nos hablan de historia, de teoría, de cultura gastronómica y los recetarios. Y estos últimos podríamos clasificarlos de mil maneras: innovadores o tradicionales, más o menos didácticos, regionales, temáticos… y se me antoja que hay una categoría especial: los recetarios con alma.
Hoy tengo en mis manos un recetario con alma: Recetas de garbanzos. Elaborado por usuarios del Proyecto Red Social para Mayores que desarrolla Cruz Roja Ac Tentudía-Campiña Sur en la localidad de Valencia del Ventoso. Editado por el Ayuntamiento de Valencia del Ventoso y la Diputación Provincial de Badajoz.
Tiene alma porque recoge cuarenta y dos recetas vivas, cuarenta y dos recetas aportadas por los mayores de Valencia del Ventoso. Recoge el saber popular, recoge lo que se cuece en sus cocinas. Tiene el alma de lo sencillo, de lo auténtico.
Tiene alma porque rebosa ilusión, porque es fruto de un proyecto cuyo objetivo es reducir la soledad de nuestros mayores.
Tiene alma porque es un recetario de garbanzos y nace en Valencia del Ventoso: un pueblo que se siente orgulloso de su producto más representativo que pronto lucirá el marchamo de Indicación Geográfica Protegida.
El día dieciséis de noviembre, a las ocho de la tarde el salón de plenos del Ayuntamiento de Valencia del Ventoso estaba lleno: en su mayoría personas mayores ilusionadas y muchos voluntarios de Cruz Roja. Manuel Parra, Técnico del Área de Mayores de la Asamblea Tentudía - Campiña Sur de Cruz Roja presentó el acto e intervinieron Isabel Sayago, voluntaria de Cruz Roja y alma mater del libro; Maite Sánchez, referente de mayores y Domingo Delgado, presidente, ambos de la Asamblea Tentudía - Campiña Sur de Cruz Roja y cerró el acto María Concepción López, alcaldesa de la localidad.
Fue un acto sencillo, breve, donde se dijo todo lo que se tenía que decir sin adornos superfluos: como en las buenas recetas donde ni sobran ni faltan ingredientes.
Con este libro, muy bien editado, entre las manos solo me surgen palabras de elogio para Isabel por su iniciativa, para los autores por su ánimo y generosidad, para Cruz Roja por su labor y para la corporación municipal de Valencia del Ventoso por apoyar esta iniciativa: ¡enhorabuena por el trabajo bien hecho!
Recorro, ya de regreso a Badajoz, las calles de Valencia del Ventoso. Calles silenciosas de fachadas encaladas que en la anochecida transmiten un encanto y una paz especiales. Como especial y entrañable es el regusto que deja asistir a actos como este. Un sentimiento de gratitud por la hospitalidad que siempre percibo en este pueblo me acompaña mientras me adentro en la oscuridad de la carretera.