Lo más aconsejable es iniciar los ejercicios pasados los 3 meses de embarazo si ya tienes experiencia en pilates. De ubicarte en el grupo de las novatas es prudente esperar hasta el segundo o tercer trimestre de gestación.
Puede que aún te queden dudas sobre iniciar o no las clases de pilates, te sugerimos realizar un ejercicio muy simple que te ayudará en un primer momento a saber si tus músculos abdominales y pelvis están funcionando satisfactoriamente. Si los consigues en una serie de 10 veces consecutivas quiere decir que todo marcha bien, de lo contrario podrías comentárselo a tu obstetra.
La posición es la siguiente: colócate de rodillas sobre una colchoneta y apoya tus manos sobre ella mientras tu espalda se mantiene recta. Respira profundamente y al expulsar el aire contrae los músculos del piso pelviano (como si estuvieras reteniendo la orina). Mantente en esa posición al menos 10 segundos, luego respira con naturalidad.
Esta contraindicado para mujeres con hipertensión (producto del embarazo), placenta previa, sangrado continuo o aquellas que presentan diabetes materna, enfermedad pulmonar restrictiva y/o retraso en el crecimiento intrauterino.
De acuerdo a la paciente, el médico dispondrá si el hipotiroidismo, la anemia, problemas en el útero o el sobrepeso son razones de riesgo para realizar tales ejercicios.