Yo Escribo Diciembre
Rojo / Bosque / Pastel / Molestia / Highlander
Eelynn Cuellar
Hello!!
Un poco más tarde que de costumbre, pero aquí mis últimos relatos de este 2022, para cerrar el Yo Escribo Diciembre
Es una historia en 6 partes que van en continuación y nada tienen que ver con los meses anteriores.
Rojo / Bosque / Molestia / Pastel / HighlanderSorpresas
Hace frío, tal vez debí escuchar a la chica del tiempo está vez, salí de casa muy fresquita a pesar de que es invierno, ignorando a mi madre también. Minifalda, botas altas, un top sin mangas y mi abrigo rojo, ese que me costó carísimo y que para el colmo es frío e incómodo, pero hermoso a más no poder, solo lo uso para causar las envidias entre mis amigas.
Aún faltan días para Navidad, pero la empresa hace una comida para todos los empleados con dos semanas de antelación, algo informal, ya para los altos ejecutivos hacen una cena de gala o algún fin de semana en algún retiro o spa unos días después. Este será el primer año que tengo ese privilegio, hace muy poco me dieron el ascenso, pero pregunté si podría ir a ambas celebraciones, sin embargo a la que tengo más ganas de ir es la que se realizará en un retiro en medio de la naturaleza, unas cabañas en un bosque para hacer no sé qué.
A ninguna de mis amigas les dije que iría a la comida, en las últimas semanas hemos hablado muy poco, el cambio de la oficina y el aumento de responsabilidades ha sido algo complicado adaptarme, tal vez por lo mismo he estado sintiendo una molestia en la boca del estómago, aunque no puedo darme el lujo de enfermarme en estos momentos o pedir permiso para era al médico, así que decido tomar algún remedio de libre venta y ahora que tenga vacaciones me atenderé cómo debe ser.
En cuanto las chicas me vieron entrar en el restaurante, se sorprendieron, pensaron que no iría con ellas, pero no sé en qué estaban pensando, ellas son como mis hermanas y no podía imaginar celebrar sin ellas, además cada año, como en los ocho que tenemos trabajando todas en la empresa —sí, curiosamente las cinco entramos casi al mismo tiempo, con diferencia de días o semanas—, y desde el primer año que probamos el pastel de chocolate y menta que ofrecían, era algo obligatorio comer en estás fechas, una tradición y no sería yo quién la rompiera.
La comida fue tranquila, sin ninguna novedad, pero fue como si el destino me diera una cachetada y se riera de mí, no había pasado mucho tiempo desde que tuve ese pensamiento que algo extraordinario sucedió.
Con una entrada muy peculiar un highlander entró a la mitad del salón y a gritos se hizo escuchar.
—¡Claire! —dando vueltas sobre su lugar y continuaba gritando— ¡Claireeee!
Lo observó detenidamente y no puedo creerlo es Jamie... Jamie Fraser.
Él… él no existe en realidad es un personaje de novela y serie, él no existe es...
Aún con la boca abierta y sin poder comprender qué está sucediendo, se acerca a mi mesa y me ve directamente a los ojos.
—Sassenach, debemos irnos, los casacas rojos están cerca y... —al ver qué no reacciono, se sube a la mesa para llegar a mi y como si fuera un bulto, me cargó sobre su hombro y salió del establecimiento donde un hermoso caballo negro nos estaba esperando.
RojoEscape
Aún sin comprender que estaba sucediendo, confundida... No, enfurecida y a la vez avergonzada, tanto que debía tener el rostro rojo, comienzo a patalear y golpearlo con los brazos para que me baje de su hombro, y en lugar de eso me coloca en el caballo como si un saco fuera, se monta él y comienza a galopar entre los autos sin hacer caso a mis reclamos.
—¿Qué es lo que tú sucede? —Digo levantando un poco la cabeza.
—Sassenach, estamos en peligro y hay que salir de aquí.
—Pero, ¿Qué dices?
—Randall se ha enterado de la boda y viene por ti.
—¿Cuál Randall?
—Tu ex-marido.
—¿Fran?
—Así es Sassenach.
—Él, ellos... Tu... —comienzo a divagar— esto no es real, yo no soy Claire, me llamo Caitriona... Y tú eres... —no se como decirlo con sutileza— eres Sam, o te pareces a él y no eres Jamie, Jamie no existe, tú, tú no existes, eres un person...
—Claire, estás bajo un hechizo o algo parecido, no entiendo lo que estás diciendo y los casacas rojas están detrás de nosotros.
Esto no puede estar pasando, esto... Esto parece sacado de una novela y... definitivamente estoy soñando, un sueño muy extraño, el cual he decidido disfrutar. Hemos estado cabalgando veinte, quizá treinta minutos, es imposible haber dejado atrás la ciudad en tan poco tiempo, pero parece que el tiempo en mi subconsciente va a otro ritmo y en un parpadeo estamos en lo que parece un bosque, uno que no conozco y que dudo exista uno de estas dimensiones cerca de donde vivo.
Con incertidumbre o miedo, avanzamos a galope tranquilo esquivando árboles que nos hemos salido del camino y fue cuando detonaciones detrás sonaron, hicieron que él hiciera dar media vuelta al caballo y lo que vi, me dejó sin palabras.
BosqueVotos
Esto no está pasando... No puede ser.
¿Qué está sucediendo?
Una neblina espesa ha borrado cualquier rastro de nuestro camino, él sonríe y vuelve a cambiar de dirección.
Con un trote más tranquilo continuamos avanzamos internándose en la espesura del bosque, por un momento me sentí Lady Marion cuando los hombres comenzaron a asomarse de detrás de los árboles para recibirnos. Algunos de ellos corrieron a ayudarme a bajar y demostraron gusto verme, aunque no todos y muchos de ellos le reprochaban que me hubiera tratado de aquella manera como si fuera un costal y no una persona.
Algunas mujeres salieron también y me apresuraron a qué las siguiera. Al poco tiempo entramos en una casucha dónde más mujeres estaban y todas emocionadas, comenzaron a desvestirme para cambiarme de ropas. En poco tiempo me vi enfundada en un hermoso, pero incómodo vestido, me peinaron... Me sentía y veía hermosa cuando pude comprobarlo, que por un momento se me olvidó que estaba soñando, o que había realizado un viaje en el tiempo —algo irreal y menos probable—, que en realidad estaba emocionada por lo que iba a suceder a continuación.
Y más que la boda, la consumación de esta, salimos para dirigirnos a la iglesia, y ahí está, con su gran sonrisa esperándome, se acerca a mí y susurra al oído.
«Estás hermosa Sassenach, él quedará encantado».
¿Él? ¿Quién es él? ¿Mi boda no iba a ser con Jamie?
MolestiaConsumación
Qué alguien me explique, ¿Qué está sucediendo aquí? ¿Cómo puede ser posible que hasta mi subconsciente me esté traicionando?
Intentó dar media vuelta y alejarme de ahí, si no hoy a casarme con Jamie, no me caso con nadie.
No alcanzo a dar ni siquiera dos pasos, cuando en la pierna derecha siento una molestia, un ardor recorre mi piel, siento que me quema, lo más probable es que algún bicho me haya picado.
—¿A dónde crees que vas Claire? —Jamie me toma del brazo— Mi tío te está esperando...
—N-no puedo —contesto con esfuerzo, el dolor es cada vez más pulsante—, un... Algo, un bicho... Mi pierna...
Los ojos los siento pesados y no pasó demasiado para irme a negro.
Con fuerte dolor de cabeza, abro los ojos y la luz que entra por la ventana hace que los cierre de inmediato.
—Por un momento creí que me había quedado viudo. Creí que eras más... Flexible Claire.
—¿Dougal?
—¿A quién más esperabas ver Claire?
—¿Qué estás haciendo... Aquí?
—Anoche mientras gemías como cerda decías lo mismo, pero estábamos en otra posición, ahora por lo menos te puedo ver los ojos.
—Pero, ¿Qué estás diciendo?
—Por cierto, tenía la impresión que habías dicho que eras viuda, y bueno, nos mentiste eras virgencita Claire.
—Yo no... —apenas hice un pequeño movimiento en la cama para cubrir mi desnudez y un fuerte dolor en mi centro parece que me parte en dos.
—Además estás muy delgada y no podrás soportar tener a mi hijo. Prefiero comer carne y no solo roer huesos.
—Yo… tú… esto…
—Pues tu adorado Jamie te entregó a mi, una ofrenda de paz que no podía rechazar.
—¿Él me entregó?
De nuevo el dolor me invade, pero ahora es de otra naturaleza y cierro los ojos fuertemente, deseando que la tierra me trague y me escupa lejos de ahí, lejos de Jamie, Randall y Dougal.
*****
PastelDolor
—¿Catriona, te encuentras bien?
Continúo con los ojos cerrados y me niego a abrirlos.
—No tienes muy buena cara —alguien dice.
—Si no querías comer el pastel no lo hubieras hecho, todas sabemos que desde hace años, que eres celica, y que te hace daño, no entendemos porque te aferras a esa tradición.
Abro los ojos y con la mirada busco a Dougal, Jamie y cualquiera de ellos, pero solo me encuentro con miradas preocupadas de mis amigas.
—¿Dónde está Jamie, Dougal... Fran?
—A menos que sean parte de tu nuevo harem y que aún no nos los hayas presentado, no tenemos idea a quienes buscas.
—Ellos, el bosque, los casacas... Mi boda.
—No más, el chocolate debe estar malo, tiene un sabor raro y... ¿Catriona?
*****
No sé cuánto tiempo ha pasado ha pasado... Él dolor ha desaparecido, incluso me siento ligera, como si estuviera flotando.
Abro los ojos y no reconozco dónde me encuentro, intentó ponerme de pie, y un mareo me hace desistir, dejo de moverme y cierro los ojos cansada, dejo que mi cerebro se apague y los sueños me lleven a dónde quieran llevarme.
*****
HighlanderRealidad
—Vaya susto nos has dado Caitriona.
—¿Qué fue lo que le sucedió? ¿Cuánto tiempo ha pasado?
Guardan silencio y cruzan miradas.
—Tienes que tomarlo con calma, Cat...
—¿Cuánto?
—Digámoslo así, no tuviste que atragantarte con las uvas.
—¿Qué me sucedió?
—Al principio, creímos que te intoxicaste con el pastel de chocolate, ya que al poco tiempo comenzaste a quejarte de una molestia en el abdomen, de repente te pusiste muy pálida, tu rostro pasó del rojo, al morado, azul y quién sabe cuántos colores, antes de que comenzaras a convulsionar en el suelo y hablabas de incoherencias.
—¿Incoherencias?
—Repetías muchos nombres, que te perseguían en el bosque, una boda...
—Pasaron días, hasta que fuimos a tu casa a recoger algunas pertenencias cuando nos dijeron que estabas fuera de peligro, y en tu mesita vimos la novela que estabas leyendo.
—Mi highlander consentido —suspiro—, pero ahora que lo recuerdo, estoy muy enojada con él.
Se me quedan viendo con miradas extrañas.
—En verdad Cat, creo que esa obsesión que tienes con esas novelas y el nombre de la chica comienza a afectarte.
—Y si no fue la comida, ¿qué me sucedió?
—Fue el apéndice señorita Beauchamp —un hombre con bata blanca que va entrando a la habitación responde—, durante días debió tener molestias y debió acudir al médico, se le ha reventado y estuvo en coma durante varios días, jamás me hubiera perdonado perder a una paciente tan bonita.
—¿Cuándo me podré ir doctor...?
—Samuel Heughan, pero puedes decirme Sam.
—Su nombre es...
—Al igual que el tuyo Catriona, esto en realidad es extraño, como si el destino quisiera decirnos algo.
—Ironías de la vida. ¿Sabes de qué estoy hablando?
—Claro, Jamie no es nada más tu highlander favorito...
La sonrisa en mis labios desapareció de inmediato.
—Yo...
—Una madre y cuatro hermanas me han hecho ver esa serie no sé cuántas veces.
—Aceptarías un café, una comida o...
—Toda una vida.
No sé en qué momento nos quedamos a solas, pero agradecí el gesto de mis amigas, sí, quizá es muy pronto para ir pensando en algo serio o ir planeando una boda, pero una nunca sabe.
—Samuel te necesitan en... —un apuesto doctor se asoma por la puerta.
—Gracias dr. Douglas.
—Siempre tan formal sobrino...
Comienzo a reír sin poder evitarlo, parece que mis alucinaciones no estaban tan equivocadas, quizá deba escoger entre mi Jamie y su tío, el tiempo lo dirá, quizá deba hacer un viaje en el tiempo para averiguarlo.
Y con esto casi cierro el 2022 hablando de mis escritos, que aun falta se comparta el último relato semanal, pero con este llego y cumplo un año más en el Yo Escribo 2022 que tuvo 13 relatos si mal no recuerdo, 6 por mes y hubo uno donde fueron 7.
Espero que su 2022 haya sido bueno, y que este 2023 venga cargado de cosas positivas... nos leemos más pronto de lo que creen.
Besitos y gracias por leerme!!!!