Revista Cine

Recordando a Juan Pablo Rebella

Publicado el 05 julio 2014 por Proyectorf @Proyectorfant

Hoy se cumplen 8 años desde aquel 5 de julio de 2006 que tristemente nos anoticiaba de la muerte del joven y prolífero Juan Pablo Rebella.

Rebella, novel cineasta uruguayo, co-director junto a Pablo Stoll de 25 watts y Whisky, venía de conseguir con su segundo film, el premio Goya a la mejor película en habla hispana allá por el 2005, además de haber obtenido el premio de la sección Un Certain Regard en el Festival de Cannes de 2004.

25 Watts fue premiada en Rotterdam y en el BAFICI. Se trataba de una relato en blanco y negro sobre tres amigos y sus cotidianas desventuras en Montevideo. Pero sin dudas fue Whisky la que llevó a ambos realizadores a la consideración mundial. Con ella recorrieron decenas de festivales y se integraron a la “legión” de cineastas rioplatenses que circularon por el mundo con sus películas.

Acerca del éxito de éste film Rebella decía “creo que al público le gusta por las cosas y los lugares en que no cae. Es como un rompecabezas para armar. La gente sabe que lo que ve es la punta de un iceberg.”

Para recordarlo, en el día de hoy, y siempre, compartimos el siguiente poema libremente inspirado en la segunda y última película de Juan Pablo:

 

LA PELÍCULA 

Y casi sin darme cuenta pasaron diez años,

recordando el teléfono que no dejaba de sonar,

recordando al personaje que lo contestaba,

era número equivocado y todo seguía igual.

La palabra cambió su sentido,

dejó de ser botella y ahora es película,

mejor dicho, es la película.

Es el poder de las buenas ideas,

que anulan los vicios, que anulan las modas.

La película se llama Whisky,

es terrible buena y terrible sencilla,

anda a verla que te va a remover el alma,

así de absoluto te lo digo en la cara.

La repetición de los días te desanima,

pero una señora empuja un auto

y te cagai de la risa.

Así funcionan las cosas en la película,

hay lunáticos por todas partes como en la vida.

Lo que se cae a pedazos te identifica,

así como la mentira para salir del paso.

Lo que funciona es evitar emoción con humor,

aunque el dolor del final no se pueda evitar.

Viejos simpáticos y viejos pesados,

categorías que están a la vuelta de la esquina.

Los veo todos los días o una vez a la semana,

y juro por el DVD que no es chiste,

si parece que filmaron en la esquina de mi casa.

La película motiva a la aventura creativa,

con lo puesto y con lo que se pueda,

con cámara fija y música reincidente,

con el golazo de la canción de Leonardo Favio.

Hablar de golazo tiene sentido,

la escena futbolera favorita de Juanín,

es cuando el viejo pesado putea al guardalíneas.

La escena es resentida, la escena tiene ira,

pero -como a veces pasa- aparece la sonrisa.

Quiero hablar al revés y ser feliz con poquito,

como la señora sufrida cuando decía:

“el mar está agitado” y “el viento juega con la palmera”.

No lo diré al revés por respeto a la pequeña originalidad,

que es lo que hace más grande a la película querida.

La película cree en el destino y el azar,

aunque juegue a no decirte algunas cosas.

Ahí está la clave de su encanto,

si lo que no se ve,

es lo que te atrapa y te sacude.

El juego de sugerir es un gran juego,

te hace soñar y te cierra la puerta en la cara,

como la señora que se ilusiona por un día.

Nosotros decidimos su futuro

y elegimos sentirnos bien o mal.

La película tiene final abierto,

pero el optimismo no nos alcanza,

porque el plano de la señora en el taxi,

da más miedo que el hotel de Kubrick.

Y hago referencia a Nicanor Parra

para decir que “en un abrir y cerrar de ojos”,

pasaron diez años desde que la vi.

Y pensé que hay humor compartido,

entre el antipoeta y los pablos uruguayos.

Vaya este homenaje de verso libre

a la película en que no todo rima.

Basta con decirle Whisky a los vaivenes de la vida,

aunque el ruido de la ciudad revuelta,

a veces no te deje escuchar.

Poema escrito por Víctor Hugo Ortega, periodista, escritor y profesor en la Universidad de Chile y la Universidad de Santiago. Es autor de los libros “Al Pacino estuvo en Malloco” (2012) y “Elogio del Maracanazo” (2013). En marzo de 2014, obtuvo el segundo lugar en el Primer Concurso de Cuentos de la comuna de Maipú, organizado por el Diario La Batalla.

Este texto fue originalmente publicado en la revista http://www.35milimetros.org/

2014-07-05

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