Harry Potter es una gran historia con un puñado de momentos memorables. Ni siquiera las salidas fáciles de su último libro lograron empañar la serie, y si bien su final no fue del todo satisfactorio (Siempre he pensado que David Yates fue un bajón de calidad), sí que hay una escena en la parte final de ‘Las Reliquias de la Muerte’ que creo que es la mejor escena de toda la saga. Una banda sonora perfecta, un montaje increíble y un Alan Rickman inmenso lo consiguen todo. Una lástima que no fuera una sorpresa completa debido a que al final de ‘El Príncipe Mestizo’ ya intuyéramos algo.
La historia del Príncipe