Esperanza Aguirre y el Partido Popular han decidido acabar con la Educación pública. La prueba evidente no es ya que decida recortar cerca de 3.000 profesores en los colegios e institutos madrileños. Ni el cambio continuo de modelo de financiación en la educación infantil para suprimir apoyos, reducir la calidad y convertir las escuelas en aparcamientos de niños. Ni siquiera la falta de inversión en infraestructuras que deben ser asumidas por los ayuntamientos.
No. La prueba evidente de que va a acabar con la educación es que por recortar, recorta hasta las tildes de los adverbios. Y encima, con mentira incluida.
La que se nos viene encima.
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