Y yo tengo la sensación de que no hay vuelta atrás, no solo en los derechos renunciados sino en el tiempo que ha ocurrido, somos más pobres y nunca volveremos a ser ni tan ricos ni tan optimistas. El designio parece que ineludible de la pobreza y la deuda nos deja en ese escenario y con herramientas muy romas para afrontar un futuro que será siempre de recorte y deuda. No es pesimismo sino una depresión viendo y verificando que todo no solo irá lo peor que pueda ir sino que además habrá de renunciarse a todo lo querido y requerido para siempre. Los impuestos nos absorberán hasta el límite y, sin embargo, ni las estructura del estado ni las superestructuras de los poderes renunciarán un ápice ni a su opulencia ni a su poder.Este es el planteamiento nihilista que tenemos enfrente. El reto y el riesgo que cada día se nos manifiesta, el enfado y el conflicto anunciado que a cada instante tendrá experiencia de gasolina y fósforo y, por último, la posibilidad, todavía lejana de una violencia que podría dar lugar al rebrote de las iras y las venganzas, aquellas tan arraigadas en la España de las dos España aquella que, como decía Angel González, es como las morcillas:"Nada es lo mismo, nada permanece. Menos la Historia y la morcilla de mi tierra: se hacen las dos con sangre, se repiten". Ángel González, poeta.Patrias, países, naciones, bancos, gobiernos, poderes , desesperanza en Recuerdos del día de mañana.Imagen: http://www.expansion.com/2012/07/12/economia/1342089836.htmlDespierte el alma dormida, avive el seso e despierte. A fin de cuenta sino pensamos y vivimos para que queremos estar. Los pensamientos de hoy son recuerdos del mañana que tenemos hoy.
