Ayer fue el aniversario del asesinato de la muerte de Miguel Ángel Blanco. El tiempo de una muerte anunciada, de una amenaza cantada, de una violencia latiente. Esos tiempos donde el final del terror se veía lejos y donde la respuesta ciudadana creó un punto de inflexión, con las manos alzadas y pintadas de blanco frente a los que proponían la equidistancia condescendiente o la simple y fascista justificación del terror por un nosequé de agravios creados. Los millones de personas manifestadas en contra de ese horror mostrando el hastío por tanta amenaza, tanto avasallamiento, tanto sufrimiento marcaron una frontera sin retorno que sin embargo ha tardado muchos años y muchos esfuerzos alcanzarla.Hoy los tiempos son otros, la violencia, ha cesado aunque los guiños y el "pelaje de la dehesa" le asoma a algunos y el escenario es otro, no por que ETA haya evolucionado sino porque se le ha hecho evolucionar con la fuerza del derecho y la persecución policial a ambos lados de la frontera.Ahora es cuando los pasos medidos, y calculados según una hoja de ruta, han de pasar por los diferentes estadios, ya se han cumplido algunos no sin cierta e indisimulada incertidumbre y frustración por la llegada de nuevo de los más radicales a la vida política o la primera salida de presos, los más afines a la paz, a la calle. En la otra acera, el mundo abertzale, una medida condena a "todas" las violencias y la certidumbre de la irreversibilidad del proceso es donde más se ha redundado.Sin embargo dos asuntos quedan encima de la mesa: por un lado la de los presos que a cuentagotas y también con palabras medidas parecen renunciar a la lucha sin arrepentirse y parecen pedir un perdón delante de las víctimas que es más necesidad de indulgencia y redención que real y verídico resarcimiento del daño ocasionado. Por otro lado la necesidad de que las víctimas no caigan en una obliteración infame de su negación y la aceptación del asesino sonriente. Tanto a los primeros como a los segundos han de darse salida pero hemos de lograr que la amenaza volante de los primeros no se imponga a los muchos años de sufrimiento y acoso sostenido sobre de los segundos. No elijamos la paz mendaz y terrible del agravio y no la valentía de que cada cual aguante su pena y su culpa sin medias tintas ni revisionismos vergonzantes que tarde o temprano haría hundirse el suelo de la democracia vasca y española por la subsidencia de su oquedad vacua. Hoy ni el revés de la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sobre la doctrina Parot, ni otros reveses o juego interesado del mundo más radical o violento ha de hacernos perder ese punto y esa razón ya que el tiempo es de valientes, de adelantados, de hombres y mujeres pero no puede ser de arteros, de trampantojos, de ilusiones de horror. Lo que nos jugamos es mucho, entre ello la mínima ética moral.Terrorismos, resoluciones en Recuerdos del día de mañana.
Especial de ABC sobre el asesinato de Miguel Angel Blanco: http://www.abc.es/fotos-abc/20120710/decimoquinto-aniversario-asesinato-miguel-102206.htmlImagen de la manifestación pidiendo la liberación de Miguel Ángel Blanco: http://robertorj.wordpress.com/2011/07/13/martir-por-la-libertad/Despierte el alma dormida, avive el seso e despierte.
A fin de cuenta sino pensamos y vivimos para que queremos estar.
Los pensamientos de hoy son recuerdos del mañana que tenemos hoy.