Las guerras pasan pero siempre quedan posos que nos hacen recordar tiempos pasados. Nunca olvidamos del todo. Nunca podemos pasar página. El pasado siempre llega puntual a su cita… Más de una década después del fin de la guerra de Kosovo (1998- 1999) los recuerdos de ese conflicto regresan para abrir viejas heridas que habían cicatrizado con muchas lágrimas.
Esperanzas que se rompen. Sueños que se esfuman en el viento. Cada nuevo descubrimiento es una decepción. Es remover en el odio que aún late en el corazón. Ese pasado ha vuelto a golpear a los albanokosovares después del hallazgo de una fosa común en la localidad de Raska, sur de Serbia, donde hay enterrados, al menos, 250 cuerpos asesinados durante la guerra de Kosovo.
“La Fiscalía para los crímenes de guerra en cooperación con la policía de la Unión Europea en Kosovo (EULEX) ha descubierto, todo parece indicar, una fosa masiva en la que según nuestras evaluaciones se hallan unas 250 personas”, ha afirmado el fiscal especial serbio Vladimir Vukcevic. La fosa de Raska sería la segunda más importante encontrada en Serbia tras el hallazgo en la localidad de Batajnica de 700 cadáveres.
La fosa está situada en el patio de un edificio de una empresa de reparación de carreteras. La empresa se edificó en esos terrenos en 1999 y hasta ahora nadie había sospechado que allí se encontraba una de las fosas comunes más importantes del país. Al parecer los cuerpos enterrados allí fueron trasladados de fosas "primarias" de tres localidades en Kosovo: Streliste, cerca de Prizren, Janjevo y Pristina… Los forenses han comenzado a desenterrar los restos óseos por lo que todavía se desconocen los acontecimientos que causaron la muerte de las víctimas de esta fosa.
El fiscal recalcó la "capacidad democrática" de Serbia de investigar todos los crímenes cometidos en las guerras yugoslavas de la década pasada y que tal determinación es "la mejor vía hacia la reconciliación en estos ámbitos". Indicó que la identidad de las víctimas enterradas en la citada fosa se establecerá mediante análisis de ADN y estimó probable conseguir así pruebas para eventuales nuevos procesos por crímenes de guerra.
También opinó que el hallazgo de la fosa debería ser un buen impulso para que Pristina esclarezca el destino de unos 500 serbios desaparecidos. En 2001, en Serbia fueron halladas varias fosas con más de 800 cadáveres de albano-kosovares asesinados durante la guerra de Kosovo.
Esas fosas fueron encontradas en Serbia meses después de la caída del régimen de Slobodan Milosevic, que fue acusado entonces por las nuevas autoridades reformistas de intentos de encubrir los asesinatos de albaneses en Kosovo.