Revista Cultura y Ocio

Recuerdos de papel. Bazar Orsolich, el "todo a Cien" de hace cien años.

Por Historia Urbana De Madrid Eduardo Valero García @edjaval


Fotografía de Del Río publicada en un número de la revista Nuevo Mundo de mayo de 1914. Cien años han pasado de aquella instantánea que retrata la fachada del Bazar Orsolich, el primer "todo a cien" de Madrid.
Si bien esta imagen que presentamos es centenaria, la cadena de bazares "Todo a 65 céntimos" había nacido en 1911. A pie de foto reza:
"Nueva sucursal, 'Todo a 65 céntimos', en la calle Fuencarral 43, que en unión de las de Plaza del Ángel, 1, calle de la Cruz, 44, y Jacometrezo, 34, forman el conjunto de los renombrados bazares 'Todo a 65 céntimos', que tanto éxito han obtenido por la variedad, economía y buen gusto de sus géneros. No hay en Madrid casa que para los artículos de regalo pueda compararse a ellos, por lo cual se los recomendamos a los forasteros que nos visitan en esta época del año."

Poca información existe sobre este centenario "chollo" y muy confuso su nombre. Si bien en algunas fotografías aparece con la denominación de "Bazar Orsolich - Todo a 65 céntimos", en otras sólo se anuncia como "Todo a 65 céntimos". Eso tiene una explicación.
Memoriademadrid atesora en sus archivos dos postales que retratan la calle de Fuencarral entre 1915 y 1927. En ambas aparecen varios comercios de la época, entre ellos el bazar. La primera, una fotografía de J. Lacoste de 1915 donde vemos el bazar con el nombre comercial "Todo a 65 céntimos", situado en el número 43 de dicha calle. Los escaparates de la tienda son exactamente iguales a los retratados en la primera foto.

©Memoriademadrid
Autor: J. LACOSTE ca 1915
Museo de Historia. Tarjetas postales. Inv. 31521


La segunda postal, editada por J. Roig, muestra otra vista de la calle Fuencarral de entre los años 1916 y 1927. En este caso es el número 26, donde la tienda lleva el nombre comercial "Bazar Orsolich". Si comparamos con las fotos anteriores, la fachada no parece ser la misma al tener dos entradas, carecer de toldo, estar adornada con cuatro lujosas lámparas y tener una farola de alumbrado municipal casi en la puerta. Esto último es simple comparación, ya que el Ayuntamiento estaba reciclando la ciudad constantemente. Podemos suponer que se trata del mismo local porque el balcón es idéntico en ambas fotografías a pesar de que todos los balcones de edificios anejos tienen el mismo diseño de balcón.

©Memoriademadrid
Autor: J. ROIG Entre 1916 y 1927
Museo de Historia. Tarjetas postales.Inv. 1990/9/221


Un litigio prolongado
Las diferencias entre las fotografías pueden estar directamente relacionadas con la disolución de la Sociedad Orsolich-Sallent.
La historia urbana madrileña nos dice que los Sres. Orsolich y Sallent constituyeron una Sociedad probablemente hacia 1911 que perduró en el tiempo hasta su disolución en el año 1916.
Decimos que pudieron formar Sociedad hacia 1911 por existir en el Anuario del Comercio, de la Industria, de la Magistratura y de la Administración de España y sus Colonias, del año 1911, el siguiente registro:
"Calle Pozas, 44, local destinado a 'Casa de Saldos', propiedad de Orsolich y Sallent."
Ahondando en la poca información que sobre este centenario comercio existe, nos topamos con un litigio mantenido por Sallent contra Orsolich que comienza en el año 1917. Así, El País del 22 de marzo de aquel año, publica la siguiente noticia:

Como dijimos antes, acusador y acusado constituyeron una Sociedad para explotar el negocio de "Todo a 65 céntimos". Seis años de vida tuvo aquella Sociedad; durante ese periodo de tiempo un tal José Grant puso en conocimiento del Sr. Sallent, el cual se lo comunicó al Sr. Orsolich, que poseía, inscripta a su nombre en el Registro de Propiedad Industrial del Ministerio de Fomento, la denominación comercial de sus comercios. El Sr. Sallent consiguió, de forma amistosa y particularmente del Sr. Grant, el permiso verbal de seguir empleando la denominación "Todo a 65 céntimos"; esta autorización quedó condicionada a la permanencia del Sr. Sallent en la Sociedad. Liquidada esta, el Sr. Orsolich continuó la explotación de tres de las cuatro tiendas fundadas por la Sociedad, y el Sr. Sallent percibió 20.000 duros, tasación convenida de la mitad del haber social.
Nada se convino en aquel momento acerca del uso de la famosa denominación, y nada se podía concretar puesto que ninguno de los dos era propietario de la misma.
Al intentar el Sr. Sallent abrir por su cuenta una nueva tienda, encontró oposición por parte de su antiguo socio, entonces adquirió del tercero en discordia, conocido como el Sr. Grant, la propiedad del nombre comercial "Todo a 65 céntimos", y requirió a Orsolich para que dejara de usarlo en sus tiendas.
Orsolich se negó y Sallent formuló la querella por usurpación de nombre comercial (Art. 141 de la Ley de Propiedad Industrial de 16 de mayo de 1902).
Casi seis años más tarde, el miércoles 7 de marzo de 1923, en la columna titulada Gaceta de Tribunales del diario La Libertad,  se ofrecían detalles sobre el procedimiento penal  que acabó en juicio oral celebrado la mañana del día anterior en la Sección primera del Juzgado.
En el acto del juicio oral, el fiscal retiró la acusación y hubo de sostenerla, elocuente y enérgicamente el Sr. Pérez Ubeda, defensor de Sallent, quien sostuvo la procedencia de una acción civil, en sustitución de la penal intentada.
No sabemos más sobre el resultado del juicio ni de cuántos años más continuó la actividad de aquel comercio dedicado a la venta de gangas y baratijas, precursor de los hoy conocidos como "Todo a cien", que deberían denominarse "Todo a 60 céntimos de euro", aunque en realidad se asemejan más a "Todo a un euro para arriba". ¡Menudo chollo!
Lo que ha dado de sí una desenfocada y añeja fotografía.
© 2014 Eduardo Valero García - HUM 014-009 RECUPAPEL

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