La revista El Umbral del Ocejón del Ayuntamiento de Tamajón, en su nº 4 recoge los recuerdos de Gerardo Merino. Nacido y bautizado en Sacedoncillo en 1.927, fue inscrito en Muriel; a los 4 años fue a vivir a Tamajón, al que vuelve en verano y fines de semana. Sea este un breve resumen:
- Al estallar la guerra civil, los nacionales disparaban sobre Tamajón desde la Torrecilla de Jócar. La gente se refugió en las cuevas de los Enebrales y allí pasamos tres días mientras los hombres bajaban al pueblo por víveres. A finales de Noviembre fuimos evacuados en camión (sin lona ni techo) a Valparaíso de Abajo (Cuenca). Nos metieron en un barracón y allí estuvimos 7 meses. Los que tenían familia en pueblos cercanos se fueron con ellos.
- Mi abuela se quedó sola en Sacedoncillo. Mi padre regresó solo para segar la mies y luego el resto de la familia en tres etapas, dos en carro y la última a pie. Estuvimos todo el verano segando, incluso de noche en las parcelas que daban al frente. Pero antes del acarreo a las eras, evacuaron el pueblo y perdimos toda la cosecha, además de las caballerías que no pudimos recoger. Acabamos en El Fontanar como criados de un labrador, así que no pasamos hambre.
- Al terminar la guerra volvimos a Tamajón; a Sacedoncillo volvieron pocos y por poco tiempo. Labramos las tierras con una caballería (de las que se quedaron) y sembramos con el trigo que nos prestaron en Arbancón. También cogimos unas cabras y ovejas en renta. Aunque en 1.941 me empleé en El Vado, seguí trabajando las tierras.
- Nos casamos en el pueblo de Nélida (Muriel) en 1.954 y lo celebramos en Arbancón, con corderos y cabritos asados en el horno de pan. Emigramos en 1.968 a Madrid y trabajé en el ayuntamiento hasta que me jubilé.
Lar-ami
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