Este artículo sale publicado el 14 de abril en El Diario de Burgos
Y tú más, KantEl Mago del Norte llega a España
Llega a España por primera vez, de la mano de Hermida Editores, un libro traducido de Johann Georg Hamann, conocido como el Mago del Norte, que contiene dos de sus ensayos más leídos: Recuerdos socráticos y Aesthetica in nuce. Introducido en España por Isaiah Berlin con El Mago del Norte: J. G. Hamann y el origen del irracionalismo moderno (Tecnos), despertó el interés y cierto éxito entre el público y la crítica de nuestro país.La obra de Hamann, pese a su fama de críptica, ofrece al lector una particular visión de la realidad y una filosofía teóricamente combativa, llena de símbolos, llaves, enigmas y de una crítica demoledora a la filosofía académica, idealista, especulativa, a Inmanuel Kant.Jordi Llovet escribe en un esclarecedor artículo del mes pasado en El País, edición de Cataluña: «Hablar es traducir de una lengua angélica a una humana, esto es, pensamientos a palabras, cosas a nombres, imágenes a signos, que pueden ser poéticos o kiriológicos, históricos o simbólicos o jeroglíficos y filosóficos o característicos», es decir, «la poesía es el verdadero lenguaje eficaz». Para entender hay que pensar, y el pensamiento debe desarrollarse dinámicamente, comprometido siempre con la realidad.Hamann fue amigo de Kant hasta que dejó de serlo (la relación entre ambos daría para más de un libro). Fueron un yin y un yang. Por Kant podían los vecinos de su pueblo poner sus relojes en hora cuando éste pasaba por su ventana cada día en el mismo minuto, y Hamann se dedicó a viajar, algo que a Kant nunca le interesó. Se ha dicho que Hamann es uno de los pensadores más complicados de la historia de la filosofía, pero no es cierto. Parece que más bien la filosofía kantiana, en ocasiones llena de escalonadas abstracciones, es más difícil de seguir para alguien no versado académicamente que los ensayos de Hamann.De su rival Kant, y en su libro La crítica de la razón pura, hay frases ininteligibles para quien no tiene formación académica. Por el contrario, Hamann tiene escritos en los que basta con leer el título para saber hacia dónde se dirige (también sucede con algunas obras en Kant). Aesthetica in nuce (Estética en una nuez) es un pequeño opúsculo contra la estética de la época en cuanto que aplastante e inerte disciplina filosófica; lleva, pues, en su mismo título la crítica de la crítica, algo muy habitual en los títulos de sus obras y en sus ensayos.En plena Ilustración, entre Hamann y Kant estaban las espadas en alto. La admiración mutua de sus filosofías se truncó en un agrio desaire por planteamientos distintos sobre el conocimiento y la vida.Hamann sabía muy bien hacia quién dirigía sus envenenados dardos, y aún hoy nos hace disfrutar con esa visión tan rica y peculiar del ser, del lenguaje, de la razón. Mientras Kant gozaba de gran prestigio como profesor y filósofo, un antiguo amigo publicaba opúsculos con títulos críticos contra los títulos de sus obras: el primero publica Crítica de la razón pura y el segundo le contesta con Metacrítica del purismo de la razón. Pero Kant tampoco se quedaba corto en las críticas a su rival.¿Un irracional? No lo sabemos, pero lo mismo sí que está justificado: critica a Sócrates porque cree que ha llevado a la razón a excederse en sus competencias. No lo demonicemos, porque sus Recuerdos socráticos son, igual que su Aesthetica in nuce, accesibles para casi todo el que se proponga leerlos.Esta frase del mismo Kant podría justificarse sólo con la excepción del libro que ahora se publica en Hermida Editores: «Si se mide la magnitud de un libro no por el número de páginas, sino por el tiempo que se necesita para comprenderlo, podría decirse de más de un libro que sería mucho más corto si no fuera tan corto».
Alejandro Roque Hermida