Durante el embarazo no se piensa mucho en ello, existen otras preocupaciones, casi todas relacionadas con el bebé que está en camino. Puede que cuando echemos un vistazo al espejo nos pase por la mente la pregunta de si todo volverá a estar como antes, pero dejamos la cuestión para después del parto.
Es bueno no obsesionarse con la figura durante el embarazo pero tampoco hay que olvidarse de cuidar nuestro cuerpo, pensemos que cuanto más lo cuidemos más fácil será la recuperación posterior.
No será lo mismo perder 10 kilos que 20. Y no solo es una cuestión de imagen, el sobrepeso durante el embarazo puede acarrear graves consecuencias para la salud de la madre y del bebé.
Lo fundamental es llevar una alimentación adecuada
Por ello llevar un alimentación adecuada va a ser fundamental para que recuperar la silueta no sea una misión imposible. Frutas, verduras, hortalizas, carnes, pescados, lácteos... todo ello debe estar presente en la dieta de la embaraza de una forma equilibrada, evitando abusar de grasas, bebidas gaseosas o dulces. Junto con la dieta será indispensable el ejercicio para llegar al final del embarazo en las mejores condiciones posibles.
Tras el parto comenzará el verdadero trabajo, de nuevo no será bueno obsesionarse con ello. Las primeras semanas vamos a tener bastante con acostumbrarnos a nuestra nueva vida con el bebé, necesitaremos todo nuestro tiempo libre para descansar y recuperarnos del trabajo realizado. Poco a poco notaremos como cada cosa vuelve a su sitio, por lo pronto con el nacimiento del bebé y la expulsión de la placenta se perderán entre 5 y 7 kilos. A partir de ahí, sobre todo si le damos pecho y mantenemos una alimentación sana, poco a poco la báscula irá bajando.
Por lo tanto no será tanto un problema de peso, siempre que no se hayan sobrepasado los límites, como de recuperar la firmeza y tono muscular. En cuando la mujer esté recuperada y se sienta con ánimo para ello puede empezar a realizar una rutina de actividad física. Natación o pilates pueden ser una buena forma de empezar, todo dependerá de su preparación previa y de como haya sido el parto, no será lo mismo una cesárea que un parto natural.
Es importante que la dieta esté supervisada por un médico, sobretodo si optamos por la lactancia materna
La dieta, siempre compensada en el caso de que se de pecho, puede ser necesaria si el embarazo ha venido acompañado de unos kilos extra. Es necesario que sea un especialista el que la imponga con tal de que no se produzca ninguna carencia.
Pese a todo la mujer debe mentalizarse, la recuperación de su silueta no va a ser cosa de un día ni dos. Normalmente hasta pasado un año tras el parto no se vuelve a sentir el cuerpo como siempre, por eso ese es el tiempo que se recomienda dejar pasar antes de aventurarse con otro embarazo.
Alimentación y ejercicio específico para la zona que nos interese serán las armas con las que podremos contar, sin olvidar que el trabajo que vamos a tener con el nuevo bebé será también un extra que nos ayudará a ponernos en forma.