Cualquiera que visite la Ría de Avilés en la actualidad difícilmente se podrá hace una idea de cómo era ese estuario hace menos de 100 años. A partir de los años 40 del siglo XX, la instalación de importantes industrias, encabezadas por Ensidesa, tuvo como consecuencia la sustitución de gran parte de la superficie ocupada por arenas y limos por muelles, carreteras y zonas industriales, sobre todo en la margen izquierda de la ría.
Ría de Avilés a mediados del S XVIII
En menos de 40 años, la mayoría de las antiguas marismas se transformaron completamente. Valga como ejemplo que durante todo el proceso de desecación del estuario avilesino la superficie de marismas y dunas pasó de 14,6 kilómetros cuadrados a tan solo 1,68.
Pero la alteración de la ría avilesina no se produjo de igual forma en las dos márgenes de la ría. Mientras que en la margen izquierda se asentaron la mayor parte de las industrias y el proceso fue muy rápido, en la margen derecha el proceso fue más lento, seguramente por las dificultades que ofrecía el terreno, y la presencia de industrias que se asentaron en esa zona fue menor.
Ensenada de Llodero y marismas de Maqua en 1938, después de construido el malecón
En esta margen derecha se encontraban las marismas de Llodero, que actualmente se conocen como marismas de Maqua, que se formaban en la desembocadura del río Vioño. Estas marismas fueron desecándose lentamente hasta desaparecer. Al contrario de lo que ocurrió en otra partes de la ría, en el lugar ocupado por estas antiguas marismas, después de 100 años de rellenos, no se ha construido nada, y el terreno sen encuentra actualmente sin ningún tipo de uso.
Después de todos estos años, se puede decir que el estuario de Avilés prácticamente ha desaparecido quedando tan solo restos de lo que en el pasado fue uno de los humedales más ricos del Cantábrico. De hecho, actualmente, solo permanecen en un estado de conservación relativamente decente, los restos del sistema dunar de El Espartal, el Monumento Natural de la Ensenada de Llodero y la Charca de Zelúan. Y solo hace falta observar la enorme cantidad de aves que visitan estas zonas durante los picos de la migración para hacerse una idea de cómo sería este lugar hace tan solo unas pocas décadas.
Ante esta situación y con el fin de intentar recuperar al menos parte de este importante espacio, en 2011 se constituyó La Plataforma por la Recuperación de las Marismas de Maqua, iniciada por el grupo de Ornitoloxía Mavea y a la que posteriormente se unieron otras muchas asociaciones, como COA, SEO/Birdlife, ENTORNO. Fundación Global Nature, Greenpeace, y 17 grupos mas. El objetivo de esta plataforma es el de proponer a los organismos que tienen competencias en este espacio (Autoridad Portuaria, Ayuntamiento de Avilés y Demarcación de Costas de Asturias) una alternativa a este espacio degradado que sirva para devolver a la ría avilesina parte del terreno que se le robó en el pasado.
Actualmente todos los organismos implicados, salvo el ayuntamiento de Avilés, han acogido esta propuesta con ilusión y se han mostrado dispuestos a colaborar. Sorprende la actitud del ayuntamiento avilesino, ya que esta comarca es una de las más degradadas ambientalmente de toda Asturies y solo por eso debería mostrarse más que receptiva ante esta propuesta, que puede ser consultada en detalle en este documento.
En vista de la negativa del Ayuntamiento a participar en este ilusionante proyecto, esta plataforma ha iniciado una recogida de firmas para pedir a este consistorio que cambie de opinión y se muestre favorable a la restauración de este espacio. A día de hoy ya se han recogido 4500 firmas, pero se necesitan muchas mas, así que os animo a todos a que firméis para ver si logramos que cambien de opinión.
Podéis firmar accediendo a este enlace, es muy sencillo y sólo os llevará unos segundos. Y si lo divulgáis y corréis la voz entre vuestros amigos y conocidos, pues mucho mejor.
Antes de despedirme, quisiera agradecer a esta plataforma, a los grupos que la integran y a los otros muchos grupos y personas que altruistamente empeñan su tiempo en intentar conservar un medio ambiente que no es solo suyo, sino de todos nosotros.