¿Qué es un millennial? ¿Un tipo de tecnología o prototipo? No, son una generación de personas nacidas entre 1980 y 2000 (por lo cual son jóvenes) marcados por una era de cambios trascendentales que marcaron la historia (y un rumbo a una nueva era o siglo. ¿Todos los jóvenes lo son? En teoría sí, culturalmente se sabe que en ese espacio de tiempo se sucedieron cruciales conflictos bélicos y avances tecnológicos a pasos agigantados: las personas que vivieron todo esto desde su nacimiento, son los millennials.
El término aquí lo utilizaremos solo para nombrar a una agrupación generacional que vive un proceso de crecimiento hacia la vida útil: en sus relaciones amorosas, sociales, proyecciones económicas y laborales. La estabilidad para esta generación tiene una marcada profunda, a diferencia de muchos adultos que fueron/son de una generación X (marcada por descubrimientos científicos, movimientos sociales, de salud, de moda y hasta de dinero).
La marcada diferencia hizo que cada generación tuviera concepciones distintas del dinero y del trabajo; mientras que una, veía el trabajo como una dedicación constante para salir adelante de los problemas económicos, la actual lo hace desde una perspectiva de autorrealización, satisfacción y de impacto social. En otras palabras, importa más el tipo de trabajo que el monto de remuneración (en la mayoría de los casos, no todos los jóvenes buscan lo mismo).
¿Cómo afecta la transición de una nueva generación al mundo laboral desde una perspectiva socio-cultural? Habría que destacar el modelo de Recursos Humanos que ha operado en los recientes últimos 30 años, métodos de reclutamiento, retención de talento, remuneración y prestaciones, pues inclusive hace años usaban medios impresos como el periódico para publicar una vacante, ya más modernizado el campo, la radio y la TV y lo importante era/es el crecimiento económico del país a través de la cantidad de trabajo por trabajador.
Hoy 2017 habría que medir el mismo impacto desde otra perspectiva, los jóvenes de la nueva generación buscan ser trascendentales por cualidades que fueron aprendidas en su infancia, por los padres que fueron creciendo en una generación muy limitada u oprimida por una aún más conservadora, la cual enunciaba "cuando tenga hijos, no voy a ser como mis padres, seré más comprensivo". Según palabras del escritor Simon Sinek, nada puede saciar el deseo de un millennial de comerse el mundo, ni siquiera un trabajo estable.
La actual generación pareciera ser contraproducente a los intereses de una empresa que opera con Recursos Humanos deficientes (o no). La gratificación inmediata está a la vuelta de la esquina, el mundo evoluciona a la velocidad de la luz en tecnología, en hacer la vida más fácil, en hacer objetos tan precarios de conocimientos previos para el usuario. En mundo tan tecnológico y sofisticado, ha convertido a los jóvenes en seguidores de modelos, de tendencias y con la revolución del internet (más allá de una herramienta de trabajo) cualquiera puede tener la atención deseada y hasta ser remunerado por dar a conocer lo que "piensas", pues eres la voz del nuevo siglo, te lo mereces.
Con el avance científico, la psicología en el trabajo ha ayudado a lo que puede llegar a creer, velar por la salud psicológica del trabajador y no por los intereses corporativos de una entidad de trabajo. Descubrieron que si un trabajador es mejor remunerado, mejor atendido, tratado más como humano e individuo integrador de un equipo de trabajo que cumple con los objetivos laborales, habría repercusiones positivas para el centro, como mayor productividad laboral, mejor tolerancia al estrés ante cargas laborales que normalmente afectarían la salud, en otras palabras, un trabajador feliz y con sentido de pertenencia, haría y defendería mejor sus labores.
Esto ha sido reforzado en las últimas décadas, dando lugar a un importante desarrollo organizacional, tomando en cuenta las necesidades de un trabajador, inclusive sin tener que aumentar el sueldo (recordemos, afortunadamente para la empresa) ya que la motivación de una persona puede aumentar al ser escuchados (los millenials necesitan ser escuchados, ser líderes desde su puesto sin ser jefe, son agentes de cambios, tienen una solución práctica, para eso fueron criados).
Los reclutadores se enfrentan a lo que mal llaman "apatía laboral" por parte de esta generación decidida a obtener algo más que sólo empleo, y al no encontrarlo, no dudan abandonar el compromiso o la responsabilidad pactada para llevar a cabo un contrato. Con la misma rapidez que hoy pudieran abandonar un trabajo, en 5 minutos podrían estar buscando en Facebook. Con mucha más suerte se dirigirán a una bolsa de trabajo. Alguien de más 30 años de edad o de 15 años de trabajos continuos en la misma empresa estaría aterrado ante la idea de renunciar, o peor aún, ser despedido.
¿Es una rebelión? ¿Solo es un cambio de perspectiva? Entre lo que busca un millennial se basa en un nulo compromiso de anteponer la vida para cumplir un trabajo, a cambio de ver el trabajo solo como una extensión y herramientas para cumplir sus metas. Tiempo para sí mismos, capacitaciones, obtención de habilidades innovadoras y vanguardistas para destacar en el mercado laboral, quizás vacaciones más extensas o viajes para culturizar y generar un desarrollo humano. No suena mal, la desventaja primordial entre buscar el trabajo ideal puede ser el tiempo que les tome encontrar entre lo que estudiaron y lo que quieren ser (ya no se trata de lo que puedo ser).