Red Dead Redemption

¡Hablemos de videojuegos! Porque este es mi vicio en estas tardes de taaanto calor, entre lectura y algún capítulo o película. Además, ahora que mis querídisimos, adorados e idolatrados mejores amigos (todos son mejores) se presentaran el día de mi cumpleaños con una Play 3 sólo para mí!! (la otra era de prestado...), he retomado el gusto por las horas que se hacen cortitas mientras pasas del triángulo al círculo y más tarde al cuadrado.
Red Dead Redemption es una gran aventura en el Oeste, donde te mueves con tu prota sobre el caballo por alucinantes páramos, cumpliendo misiones que no suelen encasquillarse y ganando con tus actos honor y fama.
Sobre desarrollo, jugabilidad y gráficos no soy la persona experta para haceros un análisis en profundidad. A mí me gusta que sea bonito, que cuente algo y que no se te vaya el día y la vida en avanzar un pasito más en la historia. Y, fundamental, que vicie. Echadle un vistazo al trailer para que os hagáis una idea sobre de qué habla la gente cuando dice que el juego está muy bien hecho.

Red Dead está dando mucho de qué hablar fuera del ámbito estricto de los videojuegos, incluso he llegado a verlo en telediarios. Y es que la fórmula de "Crea tu propia historia" es realmente jugosa y mucho más efectista (sobre todo y sin duda visualmente) que aquellos libros de "si quieres que dispare al adversario, pasa a la página 23. Aunque, en este caso y a diferencia de Heavy Rain, existe una misión principal que debes cumplir para acabar el juego.
Os dejo también un time-lapse que han hecho sobre este videojuego, para que veáis que no sólo se trata de un juego en el que hacer cosas. A veces disfrutas simplemente paseando por el desierto mientras te deleitas con el paisaje.

No me puedo ni imaginar la de horas de trabajo que lleva crear un juego de estas dimensiones. Para ilustraros, yo llevo sólo un 39% del juego y os prometo que no he estado quieta desde que cayó en mis manos.
Mola cuando la diversión se prolonga durante días.