Revista Cine
La forma en la que nos relacionamos cambió drásticamente: ahora chateamos, compartimos fotos en Facebook, pensamientos y novedades en Twitter, publicamos nuestros pareceres en blogs. Si empezamos a salir con alguien lo "googleamos" y evaluamos su interés según cuánto comparta de sus redes sociales con nosotros. Espiamos las vidas ajenas con permisos pasajeros y si nos enojamos, los bloqueamos. "¿Desea eliminar a Juan?" dice mi máquina y yo, con odio, presiono un soberano enter que lo va borrar de mi mundo de novedades poco importantes y frases que pretenden ser ingeniosas.
Pero no sólo la forma en que nos relacionamos entre nosotros cambió, la forma en la cual nos relacionamos con el trabajo también es distinta. Nuestros jefes y socios muchas veces son nuestros amigos, el trabajo es más placentero, pero también más absorvente: ya no hay horario de salida ni fines de semana y lo que comienza como un juego puede terminar siendo una forma de ganar nuestro pan.
Somos modernos, flexibles, dinámicos y eficientes, pero no somos extensiones de las máquinas. Seguimos necesitando que nos quieran y nos bajamos de cualquier pedestal derritiéndonos con un beso en los labios y una caricia en el cachete.
Recomendable como pintura de nuestra generación.
Título original: Social Network
Dirección: David Fincher
Guión: Aaron Sorkin, sobre la novela The Accidental Billionaires de Ben Mezrich.
Elenco: Jesse Eisenberg, Andrew Garfield, Justin Timberlake, entre otros.