Revista Opinión

Redención

Publicado el 13 noviembre 2013 por Lázaro Caldera Gómez @lassie_caldera
REDENCIÓNComenté en varias redes sociales lo mucho que me gustó ver de nuevo a Julio Anguita. El exdirigente de IU visitó esta vez terreno baldío, sin duda. Fue ayer, noche de martes, en el programa de Intereconomía "El gato al agua", un espacio de tertulia política desde el prisma conservador. Aprovechando la presentación de su libro "Contra la ceguera", vimos a un Anguita como siempre lúcido, hablando del ayer, del hoy y lo que espera del mañana, en una entrevista de quince minutos que dio mucho de sí.
Fue una buena noticia como digo. Anguita es para mí el último de esos políticos que nunca conocí en la cresta de la ola y que me hubiera gustado hacerlo: el ejemplo de político culto y versado en temas de interés, de oratoria fluida y serena, honesta y honrada, y como guinda, estudioso de la historia de un país como el nuestro, falto de talantes como el del cordobés en el teatro político actual.
Tengo veintidós años y no conocí la trayectoria política de Anguita. Se retiró cuando yo solo tenía fuerza y coraje para agarrar el biberón, pero valoro su lucha sin haber visto nada de ella en directo, habiendo tenido que tirar de enciclopedia y hemeroteca.
Porque Anguita fue un luchador, sin duda. Y lo sigue siendo. Es un hombre de principios férreos, y quizás sea ahí donde resida su pecado y a la vez su virtud: es inamovible y por lo tanto difícil hacerle razonar tesis contrapuestas a la suya, pero es fiel a lo que cree. A sus principios. Y eso hoy día está en grave peligro de extinción, por no hablar de su compromiso cívico, sin importar las credenciales de cada persona. Desde la honestidad de creer en un mundo mejor.
 Habló de esto y aquello, pero hago especial mención del capítulo de la dictadura, de como fue su estoicismo contra la falta de libertad y lo que vino poco después, haciendo un comentario que me resultó brillante: "para algunos, luchar contra la dictadura es fácil, porque lo hacen con la mente, cuando lo que cuesta es físicamente. Estar en la cárcel y sufrir. Luego, muchos luchan contra la dictadura con sus mismos métodos. La dictadura creó muchos comunistas de boquilla, a los que nombraba por pensar de otra manera. Algunos comunistas también cometen el mismo error, llaman fachas al que no piensa igual que ellos."
Es una entrevista que hay que ver, porque revela el espíritu noble de un hombre en un país de cretinos, donde nos colgamos y colgamos etiquetas cada minuto y nadie está a salvo de acabar en según qué rebaño.
Habla del 15M, de su pensamiento actual, de muchas otras cosas... Y del PSOE. Y de lo mal que siempre se ha llevado con él. Y la redención que quieren hacer allí. Dijo de esta redención que le parece "cosmética". Algo que no ataja el problema de raíz.
Yo creo que las redenciones más puras son las que se dejan ver a través de los actos y las palabras. No creo en la redención del PSOE, ni en la del PP, ni en la de ningún partido político. Creo en las personas honestas y elocuente, y además, bienintencionadas y clarividnetes. No conozco el pasado de Anguita, ni el pasado más oscuro del PSOE, ni el del PP ni el de ningún partido político, porque no viví ni una cosa, ni las otras. Pero la redención tiene que demostrarse con gestos honestos y elocuentes, además de bienintencionados y clarividentes. Y a Anguita, por muy comunista que sea, le sobran.

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