Revista Espiritualidad

Redundancias.

Por Jesusfidelis
Redundancias.
Hay expresiones redundantes, personas redundantes y situaciones redundantes.
Nos centraremos en las primeras.
Definiremos "la redundancia" de una manera "técnica":
"Se entiende por redundancia el empleo de palabras innecesarias para expresar una idea o concepto por estar ya expresado con otras palabras o por sobreentenderse el mensaje sin ellas. Expresiones como bajar abajo, subir arriba, entrar dentro, salir fuera o hueco por dentro, por poner algunos ejemplos, son usos redundantes."
Yo soy muy redundante, muy de subo p'arriba, bajo p'bajo, entrar dentro, etc.
Pero la redundacia como repetitivo, perogrullada explícita, cargante e innecesaria. Alguno dirá que soy pura redundancia.
Nada de su uso como figura retórica, aquello de:
"Cuando la redundancia se emplea como recurso literario suele hablarse de pleonasmo. Esta figura retórica consiste en añadir enfáticamente a un mensaje más palabras de las necesarias para su comprensión con el fin de embellecerlo o de añadir expresividad. Uno de los ejemplos más manidos es la expresión ‘lo he visto con mis propios ojos’. ".
No, nada de eso, simplemente, simpleza redundante, valga la redundancia.
Otros ejemplos son:
"Cuando se habla de ‘abstinencia total’, sobra la palabra ‘total’ porque abstenerse es dejar de hacer o de tomar algo. En las ‘conclusiones finales’ de una reunión sobra la palabra ‘finales’, porque la conclusión implica fin o terminación. En ‘completamente gratis’ sobra ‘completamente’ porque gratis se dice de algo que no cuesta dinero o que se obtiene de forma gratuita. Lo mismo puede decirse en ‘el edificio quedó completamente destruido’, en ‘completamente desnudo’, o en ‘completamente seguro’, aunque con ‘completamente’ se enfatiza más en la idea de destrucción, de desnudez o de seguridad.
Una constelación es un conjunto de estrellas agrupadas en una región celeste que forman, aparentemente, una figura determinada. Por eso es redundante una ‘constelación de estrellas’. Una crisis es una situación grave y decisiva que pone en peligro el desarrollo de un asunto o de un proceso. Es redundante, por tanto, hablar de ‘crisis seria’. El saludo es una palabra, expresión o gesto que una persona dirige a alguien cuando se encuentran o se despiden, como muestra de atención, respecto, cortesía o afecto. Es redundante, entonces, tanto el ‘saludo de bienvenida’ como el ‘saludo de despedida’.
Solo se puede temblar o estremecerse a causa del frío, de la fiebre o del miedo. Por tanto, ‘tiritar de frío’, ‘tiritar de miedo’ o ‘tiritar de fiebre’, son expresiones redundantes. Entre los rasgos semánticos de la palabra ‘proverbio’ está el de ‘tradición’ o ‘antigüedad’. Por eso resulta redundante hablar de ‘un antiguo proverbio’. Un regimiento es una unidad militar compuesta por varios batallones de una arma determinada y mandada por un coronel. Para precisar, habrá que hablar de regimiento de artillería o de regimiento de infantería, pero nunca de ‘regimiento de soldados’.
En sentido recto, una jauría solo designa un conjunto de perros que participan en la caza dirigidos por una misma persona. Es redundante hablar de ‘jaurías de perros’, y constituye una impropiedad léxica hablar de jauría de lobos o de jabalíes.
A veces oímos o leemos que el barco quedó ‘a una distancia de cinco millas de la costa’, expresión redundante porque la milla es una medida de longitud. Sería suficiente decir ‘a cinco millas de la costa’. Lo mismo ocurre con ‘sesenta kilos de peso’, donde sobra ‘de peso’.
En ‘los resultados son estadísticamente significativos’, sobra ‘estadísticamente’, porque algo es significativo desde el punto de vista estadístico. En la expresión ‘en el bosque habitan dos especies diferentes en peligro de extinción’, sobra ‘diferentes’, porque la especie es una categoría taxonómica de clasificación de los seres vivos; por tanto, los seres vivos perteneces a una o a otra especie, pero nunca a dos especies.
Mucha gente ‘reserva’ sus vacaciones ‘por adelantado’. Las reservas siempre se hacen por adelantado. Algo puede ocurrir en ‘un lapso de tiempo de cinco minutos’, ignorando que un lapso es una porción de tiempo. De ‘algo que se ha dicho o hecho previamente’, sobra ‘previamente’, porque implica anticipación. El horizonte es una línea donde parecen confluir la superficie terrestre y el cielo, observada desde cualquier punto alejado. Pero ¿cuántas veces han oído hablar de la ‘línea del horizonte’? ".
Ostras con la redundancia.
Este mismo fin de semana he podido escuchar la siguiente:
"Se suicido por si mismo...·.
¡Olé! Eso es rizar el rizo.
En estos días, los primeros de noviembre, donde por fin el frío, el aire y el agua han entrado como elefante en una cacharrería, démonos cuenta de lo redundante de nuestras vidas, de nuestra existencia.
¿Cuántas veces no damos mil vueltas a los mismo?¿Cuántas veces no complicamos lo que queremos o queremos decir?¿Cuántas veces no ocultamos el verdadero mensaje?
Debido al nivel del periodismo de última ornada, la redundancia es aun más insoslayable. El manejo del lenguaje se hace torpe y limitado y así las obviedades, las frases hechas, los térmimos manidos y la redundancia, son el solar común donde se encuentran todos estos comunicadores de medio pelo.
Muchos de ellos parecen que de un momento se van a alzar sobre sus portátiles, sus blocs de notas y van a gritar a pleno pulmón:
¡Viva la redundancia!
O...rebuznancia.
Por hablar de algo, porque de política, dinero y negocios, uno ya no tiene cuerpo...

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