Unos días antes del referéndum catalán (1 de octubre 2017), mientras deambulaba con mi cámara por Girona, comencé a prestar atención a algunos carteles propagandísticos del referéndum (que adornaban las paredes de varios espacios públicos) literalmente desgarrados por manos anónimas. Mientras los fotografiaba, no dejaba de pensar lo que esos bodegones callejeros me transmitían: una extraña sensación de ruptura, de antagonismo, de separación, de malestar. Pero también de cierta tristeza por lo que ese “desgarro intencional” expresaba. Y ese simbolismo era tan poderoso como lo que originalmente quería decir ese cartel.
(c) Marcelo Caballero. Girona, septiembre 2017
Y así, en un obsesionado ejercicio fotográfico de rastrear carteles desgarrados, recorrí casi toda la ciudad catalana. Y sin cesar en mi “enajenamiento visual” también lo busqué en Figueres, la ciudad donde vivo actualmente.(c) Marcelo Caballero. Figueres, octubre 2017
“Hay que saber el potencial de los detalles – señala el fotógrafo Rafa Badia sobre lo que él mismo denomina como “bodegones encontrados” – que en muchas ocasiones hablan, y mucho, de los gustos, los intereses, las obsesiones y los sueños colectivos de los ciudadanos de cada época y lugar retratado”. Y algo de todo ello, nos hablan esos carteles desgarrados sobre la Catalunya actual.Los dejo, con una muestra de estos bodegones callejeros que acabo de publicar en la plataforma Issuu.Si este post te ha parecido útil, cómprame un café!