Lee el siguiente texto de forma atenta. En el principio Dios creó primero al oso perezoso, le dijo: ¡Oso perezoso, quiero que duermas, y comas y disfrutes de la vida! Para lograrlo te daré 30 años de vida. El oso perezoso respondió: Señor que pereza vivir 30 años, si quieres dame mejor 10 años y tú te quedas con 20. El señor accedió y le dio a oso perezoso 10 años de vida. El Señor se quedó con 20 años en su bolsillo. Otro día, el señor, creo a la Vaca, y dijo quiero que salgas a la pastura y trabajes bajo el sol ardiente, que produzcas leche para el granjero, y que tengas hijos. Para esto te voy a dar una vida de 60 años. Así que la vaca dijo: Muuu…. Señor por favor no lo hagas, es mucho trabajo dando leche, para esa clase de vida mejor te devuelvo 20 y tu tomas 40 años. Entonces el Señor accedió y le dio los 20. El Señor se quedó con 40 años en su bolsillo. Luego Dios creó al mono, y le dijo: Mono te he creado para que entretengas a las personas, que hagas trucos para ellas y logres que se rían y como promedio de vida te voy a dar 20 años. El mono respondió: ¡Oh por Dios, Que difícil. 20 años tratando de entretener a las personas es mucho tiempo! ¿Puedo devolverte 10 años de los 20 que me estás dando? el Señor accedió y le dio 10 años. El Señor se quedó con 10 años en su bolsillo Y finalmente creó al perro y le dijo: ¡Perro el propósito de tu vida es este: Quiero que te sientes en la puerta de tu casa y que le ladres a cualquiera que se acerque, y para este propósito te voy a dar 20 años de vida. El perro respondió: ¡Oh Señor! ¿Puedo quedarme con 10 años, y devolverte los otros 10? Es que 10 es demasiado tiempo para ladrarles a las personas; y el Señor accedió. Le dio 10 años. El Señor se quedó con 10 años en su bolsillo. Entonces el Señor hizo al hombre, y le dijo al Hombre: quiero que tú tengas una vida donde juegues, comas, duermas, disfrutes de la vida, te enamores, ayudes a tu prójimo, tengas una buena vida con propósito y paz. Y para que puedas lograrlo voy a darte 20 años de vida. El hombre dijo: ¿20 años? ¿Es todo? ¿Y si me das los 20 años que el oso perezoso no quiso y te devolvió? Y ¿los 40 años que la vaca no quiso y te devolvió? Y ¿Los 10 años que el mono no quiso y te devolvió? Y ¿Los 10 años que el perro no quiso y te devolvió? Eso nos daría un total de 80 años. Y el Señor accedió, le dio al hombre 80 años de vida, en promedio. Es por eso que los primeros 20 años comemos dormimos y jugamos, como los osos perezosos, los siguientes 40 años nos esforzamos mucho como la vaca, y trabajamos para nuestras familias y para nosotros mismos, los otros 10 años, hacemos trucos de mono para nuestros nietos y los últimos 10 años de nuestra vida nos sentamos en el pórtico y les ladramos a todos. La anterior reflexión no es propia, la hallé leyendo en internet, pero no he logrado encontrar el autor o la autora para darle el merecido crédito. Si es un proverbio sin escritor público, no lo sé, de todas formas gracias por esta creación.