Hoy, día de reflexión, he decidido hacerlo a mi manera y he leído (por fin!) Reacciona, la obra coordinada por Rosa María Artal y en la que colaboran plumas tan importantes como Ignacio Escolar o José Luis Sampedro. Es una pequeña gran obra que nos da, como su subtítulo indica, 10 razones por las que debes actuar frente a la crisis económica, política y social.Una lectura muy interesante para este día de reflexión, rodeados de movilización y lucha por una regeneración y profundización democrática de nuestro sistema. En definitiva, 10 razones para seguir dejándonos soñar a los utópicos que, en estos días, vemos la utopía más cerca que nunca.
Me tomo la libertad de reproducir un fragmento del apartado redactado por José Luis Sampedro, así como reproduzco al final del post un video a mi juicio muy interesante. Reflexionemos, reaccionemos y llenemos las urnas de votos de rebeldía mañana. Y el lunes a seguir acampando, discutiendo y debatiendo para conseguir una sociedad más justa.
¿Democracia? (extacto del artículo “Debajo de la alfombra” de José Luis Sampedro en Reacciona)
Es verdad que el pueblo vota y eso sirve para etiquetar el sistema, falsamente, como democrático, pero la mayoría acude a las urnas o se abstiene sin la previa información objetiva y la consiguiente reflexión crítica, propia de todo verdadero ciudadano movido por el interés común. Esos votos condicionados por la presión mediática y las campañas electorales sirven al poder dominante para dar la impresión de que se somete al veredicto de la voluntad popular expresada en libertad en las urnas. En ocasiones, como se ha visto, sirven incluso para avalar la corrupción. Se confunde a la gente ofreciéndole libertad de expresión al tiempo que se le escamotea la libertad de pensamiento.
Ya en la primera infancia se inculcan al niño creencias, que la mente infantil no puede sino asumir. Así continúa la formación mental de súbditos en las sucesivas etapas de una enseñanza orientada a formar productores competitivos y consumidores, que son los que interesan a los dominantes. Fuera de las aulas los medios audiovisuales siguen inculcando las ideas del mando, sugieren preferencias políticas y desvían el interés de las personas hacia los atractivos del consumismo y los espectáculos. Es imposible enumerar la infinidad de argucias contra el pensamiento crítico, sin el cual la famosa libertad de expresión pierde su valor. Con un somero repaso a los programas y a los resultados electorales de nuestro entorno desbriremos fácilmente bajo la alfombra, etiquetada y vendida como “democracia occidental”, un sistema oligárquico en manos de las minorías dominantes.
Resumiendo: queda claro que la crisis -en principio un problema económico- nace de una dominación política (gobiernos sumisos al poder financiero) en la que influye el problema social de los votantes condicionados por la propaganda. En la degradación de esos tres niveles del suelo bajo la alfombra -económico, político, social- se encuentran las respuestas a nuestras tres preguntas iniciales. En la terna, sin duda, el poder del dinero es el más fuerte.