Ha pasado más de una semana desde que se celebró el primer Cava&Twitts de la temporada. Despues de leer varios artículos referentes a lo sucedido en el evento, como por ejemplo el de Javier Velilla (interesante reflexión, se nota cual es tu pasión), Mercè Navas (tu comentario referente a " El Manifiesto Cluetrain" me pareció super acertado, ¿tiene algo que ver que sea el próximo libro a tratar en The Monday Reading Club?), y por supuesto, el excelente resumen de todas las opiniones e ideas que fueron surgiendo durante la sesión, de Marcos Arteaga (¿llevabas grabadora? no te has dejado nada. ¡Eres un hacha!), he querido aportar mi granito de arena escribiendo, no sobre el evento en sí, el cual me pareció uno de los mejores a los cuales he asistido (el listón está muy alto), sino sobre una de las reflexiones más polémicas (a mi punto de visto) que surgieron de la mano de Alex Cabré:
Las marcas se han democratizado, la segmentación ha muertoArgggghhhhh! ¿Y que he hecho yo todos estos años?. Intentando hacer entrar en la cabeza de mis jefes que la segmentación es la manera de ofrecer un producto/servicio exclusivo a nuestro cliente. Tantas horas lidiando para conseguir pasar de una comunicación de masas a una comunicación personalizada basada en un segmento pequeño del mercado. ¿Qué dirían Wendell R. Smith, Michael Porter o Philip Kotler sobre esta tesis?
Según wikipedia, "la segmentación de mercado "es el proceso de dividir un mercado en grupos uniformes más pequeños que tengan características y necesidades semejantes". Al margen de que esté de acuerdo o no con la afirmación antes mencionada, Alex Cabré, autor del libro " Marketing Democrático", habla de la necesidad de crear un nuevo modelo más abierto, donde la marca se acerque más al consumidor. La democratización de la marca implica que la variable segmentación en base al precio de los productos y servicios, deja de tener el valor que hasta ahora le hemos dado.
La democratización ha llegado a las marcas (IKEA, Apple, Zara, Decathlon,...). Y el precio deja de ser importante ante marcas como Apple, y se pueden ver personas de recursos limitados, escuchando música a través de un Ipod nano. Aún así, sigo sin ver clara la posibilidad de encontrarme a nadie de la familia real en un centro de IKEA. Es cierto que existen muchos ejemplos donde otros aspectos como ser cool o conseguir buenas experiencias, hace que la segmentación por precio sea totalmente inoperante.
Como ya mencioné en un post que publiqué en primerocomunico.com, la segmentación es la manera de poder ofrecer ofertas totalmente personalizadas y adecuadas a las necesidades específicas de los consumidores. Si dejamos de segmentar perdemos definición, especialización en un tipo de cliente que nos aporte una ventaja competitiva con respecto a la competencia. La focalización permite crear una posición sólida en la mente del consumidor.
En definitiva, aunque cada vez más hay marcas que están al alcance de todo consumidor, para mí la segmentación no ha muerto. Continúa vigente y ofrece una oportunidad a todas aquellas empresas con productos y servicios que requieran de cierta especialización.
Aprovecho el post para agradecer el gran momento que nos hicieron pasar Ramón Ollé, Alex Cabré y Vanesa Robles, los tres invitados de la noche. Y por supuesto a los organizadores: Ángel Custodio, Marc Cortés y Xavier Güell.