Reflexiones sobre la maternidad: la segunda vez

<img loading="lazy" class="aligncenter size-full wp-image-19266" src="https://www.dulcefiestainfantil.es/wp-content/uploads/2022/05/parenting.jpg" alt="paternidad" width="600" height="454" title="Reflexiones sobre la maternidad: la segunda vez 88" />

A veces me pregunto si, como primogénita, Immy obtuvo lo mejor de mí como mamá. Yo era una madre a tiempo completo que se quedaba en casa y disfrutaba del lujo de tener poco en lo que pensar más allá de las necesidades de un bebé pequeño y, como vivíamos en un apartamento de un dormitorio de bajo mantenimiento en ese momento, un hogar aún más pequeño. . El ritmo de nuestro día fluía alrededor de su rutina. Se alimentaba cuando necesitaba alimentarse y dormía cuando era su hora de dormir. Juntas íbamos al grupo de madres y al jardín de infantes cada semana, a caminar oa jugar en el parque cada dos días. Comenzamos cada mañana con libros en la cama y yo charlaba con ella constantemente con un comentario continuo de nuestro día. Disfrutó de todo el botín de la atención indivisa de una madre cariñosa y primeriza.

Por el contrario, AJ se arrastra de un lado a otro desde que lo dejan en la escuela hasta que lo recogen, con horas de siesta apretujadas en algún lugar entre ir al supermercado y la clase de baile. Esta vez no tenemos un grupo de madres y, a pesar de que pasaron once meses, parece que todavía no hemos encontrado el momento para el jardín de infantes. Solo hemos ido al grupo de juego dos veces y es casi el final del período y tampoco vamos a llegar hoy * suspiro *. En cuanto a leer juntos, eso sucede como sucede, en algún momento del día, pero la charla tan importante para su desarrollo lingüístico es mucho menos importante de lo que era para su hermana, ya que constantemente hago malabarismos mentales con la lista de cosas por hacer o me esfuerzo por calmar un poco mi mente en el ajetreo y el bullicio de cada día.

Parece que hay mucho más compitiendo por mi atención esta segunda vez: dos hijos, esposo, hogar, trabajo a tiempo parcial, y lo estoy haciendo todo con mucho menos sueño.

Sin embargo, si va a haber algo positivo, seguramente debe ser esto: la primera vez. Estaba tan preocupado por hacerlo bien – ¿Mi bebé se estaba alimentando lo suficiente? ¿Durmiendo lo suficiente? Haciendo lo suficiente??? ¿Estaba cumpliendo cada hito? Listo para cada próximo paso o etapa en el ‘derecho‘ ¿tiempo? – que no me tomé el tiempo para simplemente SER.

Cuando lo veo como una entidad finita, siento que tengo mucho menos TIEMPO en este momento. Menos tiempo para dedicar a las necesidades muy importantes y muy individuales de esta personita. ¿Pero sabes que? El tiempo que tengo es tan precioso para mí y estoy haciendo todo lo que puedo para estar en el momento con ella. Aprecio mucho nuestro tiempo juntos.

Tal vez sea porque sé en mi corazón que ella será mi último bebé, pero esta vez ha sido mucho menos sobre lo que sigue y mucho más sobre estar presente en el momento. Me encanta simplemente sentarme y mirarla. Estoy constantemente asombrado de lo que puede hacer y lo que logra, aparentemente por sí misma, a pesar de mis defectos autodiagnosticados.

Quiero mirar hacia atrás y saber que, a pesar de la lucha de los malabares, aprecié los pequeños momentos de todos y cada uno de los días. Que algo tan simple como verla dominar la coordinación para tomar un pequeño trozo de pasta y llevárselo a la boca era un privilegio de contemplar.

¿Quizás es suficiente para proporcionar amor y espacio para crecer? Ella es amada (oh, tan amada), segura, en forma, saludable, alimentada y descansada, incluso si el horario es completamente diferente al que disfrutaba su hermana. Conoce la alegría y la atención de un hermano cariñoso, algo por lo que su hermana tuvo que esperar cuatro años.

Ser madre, esta segunda vez, es muy diferente. ¿Quizás uno no es mejor ni peor, simplemente es lo que es?

Todo lo que puedo hacer es estar en este momento. Proporcionar lo que cada uno de mis hijos necesita ahora con los recursos que tengo disponibles en este momento.

Todo lo que puedo hacer es ser lo mejor que puedo ser en este momento. Y lo mejor de hoy puede ser menos o más que lo mejor de ayer.

Pero será suficiente.

¿Con qué cosas luchaste como madre la segunda vez?

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