Revista En Femenino

Refrigeración de la leche materna

Por Pequelia @pequelia

Refrigeración de la leche materna

Muchas madres creen que deben suspender la práctica de la lactancia materna por diversas obligaciones, por ejemplo, volver al trabajo, pero lo cierto es que pueden hacer uso del refrigerador para conservar la leche hasta que el bebé la tome, teniendo siempre en cuenta algunos criterios para eliminar cualquier tipo de riesgos.

Tener leche disponible para cualquiera de esas situaciones en la que la madre no pueda tener contacto con el pequeño para poder alimentarlo y que cualquier otro miembro de la familia pueda brindársela es siempre conveniente y puede solucionar muchos problemas, facilitando sobre todo la máxima prolongación posible de la lactancia materna.

Esperanza Martín, enfermera y coordinadora del comité de lactancia del Hospital La Paz de Madrid, comenta:

“Volver al trabajo no tiene por qué suponer el fin de la lactancia”…”La madre puede extraerse la leche, congelarla y así continuar con la mejor alimentación que pueden recibir los pequeños”.

Para cumplir con esto solamente hay que seguir algunas pautas, comenzando desde el momento de la extracción donde es fundamental que la madre mantenga una buena higiene tanto de las manos como de los senos, y del recipiente en la que guarde la leche, que deben ser aptos para uso alimenticio o bolsas especiales para almacenamiento de leche.

La leche materna se puede sacar de forma manual o usando para ello un sacaleches, y es aconsejable guardar siempre cantidades pequelas entre los 60 y los 100 centímetros cúbicos cada vez, fechando siempre el momento de la extracción en cada envase y luego colocarse en el refrigerador, sitio donde puede guardarse durante unos días en neveras convensionales y hasta cuatro meses en congeladores industriales.

A la hora de querer usar la leche se debe descongelar para ello lo más recomendable es colocar el recipiente bajo el chorro de agua fría y dejar que el agua vaya calentándose hasta descongelar la leche, dejándola a temperatura ambiente, no se recomienda en ningún caso hervirla o colocarla en el microondas, no debe calentarse sino dársela al niño a temperatura ambiente, como si saliera del cuerpo.


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